Seprona, el CSI del monte

  • El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil empieza en junio su especial cruzada para evitar el fuego en los bosques, equipado con sus maletines negros, cual CSI del monte, con modernos dispositivos de recogida de pruebas para esclarecer el origen de los incendios sospechosos.

Anabel Pascual

Madrid, 7 jun.- El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil empieza en junio su especial cruzada para evitar el fuego en los bosques, equipado con sus maletines negros, cual CSI del monte, con modernos dispositivos de recogida de pruebas para esclarecer el origen de los incendios sospechosos.

Todos los años activa, de junio a septiembre, su plan especial contra incendios. La prevención es lo primero, pero es imposible evitar todos los fuegos, por lo que una vez originados, comienza la investigación de aquellos considerados relevantes desde el punto de vista policial.

En la pasada campaña, el Seprona investigó 1.801 incendios y se esclarecieron más del 50 %, un total de 965, cuya causa más común fue la negligencia (283), la accidental (264), la intencionada (218) y la natural (200). Los hechos investigados por la Guardia Civil condujeron a la detención de 62 personas y la imputación de otras 235.

"Desgraciadamente no se pueden esclarecer todos los hechos que se investigan, porque el fuego se usa para destruir pruebas y, en este caso, siempre está presente", explica a EFEverde el capitán de la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza, Salvador Ortega.

Ortega resalta que se investiga, por ejemplo, aquellos en los que puede haber responsabilidad criminal o los que afectan a la seguridad ciudadana.

Cuando hay indicio de que hay que esclarecer un posible crimen, la primera unidad preserva la zona y, a partir de ahí, los especialistas del Seprona desarrollan la investigación: toman declaración a los testigos y aplican sobre el terreno las técnicas para recabar pruebas.

Un mínimo de dos, aunque normalmente son tres los miembros especializados que se hacen cargo de la investigación, y, "cuando se puede, hasta cuatro" trabajan sobre el terreno para explicar y aportar indicios de lo sucedido.

Llama la atención el maletín negro de investigación que portan.

Como los agentes CSI de las series de televisión, van equipados con los más modernos aparatos (medidor de temperatura por infrarrojos, distanciómetro o anemómetro, que mide la velocidad del viento), pero también con sencillos artilugios (banderines rojos, imanes, pinceles, cintas acotadoras del terreno, etc.) que facilitan la recopilación de pruebas.

Sin embargo, al final son la intuición, la experiencia y el "contacto permanente con el terreno" los elementos claves para esclarecer una investigación. "En la Guardia Civil hay auténticos artistas", puntualiza Ortega.

Con las técnicas y materiales incorporados en el maletín se documentan y consiguen pruebas de lo que el investigador ya intuye para conseguir "elementos objetivos para poder imponer la sanción correspondiente", según el mando del Seprona.

A pesar de que el maletín negro va equipado de un llamativo medidor de temperatura -detecta el punto exacto en el que ha caído, por ejemplo, un rayo debido al calor residual que deja dónde ha impactado-, Ortega destaca los "sencillos" banderines rojos como uno de los elementos que más ayudan a los investigadores.

Cuando hay colocados ya varios sobre el terreno, indican la dirección del fuego y señalan el punto donde empezó, y, en esa zona, empieza una ardua labor, peinar, literalmente, con la ayuda de una especie de regla, el terreno para hallar cualquier objeto ajeno al monte.

"El éxito es absoluto cuando se encuentran esquirlas de metal (de una radial), un trozo de un peine de una cosechadora, restos de un cigarrillo y cerillas, una mecha, una vela u otros objetos" que se documentan y, junto con la información obtenida en la toma de declaraciones, "nos llevan al posible autor".

El Seprona, cuerpo especial de la Guardia Civil que se creó en 1988 con el mandato constitucional de garantizar el derecho de los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente adecuado, así como el deber de conservarlo, está formado en la actualidad por unos 1.850 efectivos.

Actúa en todo el territorio nacional (con excepción del País Vasco en virtud de su Estatuto de Autonomía) y se encarga de la protección del suelo, agua y atmósfera, de la sanidad animal y de la conservación de flora y fauna y, en estos próximos cuatro meses, con especial atención a la prevención de incendios forestales.

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