Sergi Pàmies vierte al castellano las "Canciones de amor y de lluvia"

  • Tras inaugurar en septiembre pasado la temporada de otoño en catalán con "Cançons d'amor i de pluja", el escritor Sergi Pàmies vierte ahora al castellano estos relatos, atravesados por anécdotas autobiográficas, y en los que aparecen la vejez y la muerte, el destino o la posteridad como protagonistas.

Barcelona, 12 feb.- Tras inaugurar en septiembre pasado la temporada de otoño en catalán con "Cançons d'amor i de pluja", el escritor Sergi Pàmies vierte ahora al castellano estos relatos, atravesados por anécdotas autobiográficas, y en los que aparecen la vejez y la muerte, el destino o la posteridad como protagonistas.

Acompañado por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, Pàmies ha comentado hoy que en sus últimos libros intenta que haya una proporción equilibrada de historias familiares, puras ficciones y biografías encubiertas o falsas biografías, aunque como se mueve en el territorio de la ficción no tiene el deber de la exactitud.

En "Canciones de amor y de lluvia", que ha traducido él mismo, su madre, la también escritora y activista Teresa Pàmies, fallecida en marzo de 2012, ocupa bastantes páginas, aunque el cuento más largo de los 26 que publica está dedicado a su padre, Gregorio López Raimundo, ex secretario general del PSUC, y a sus tíos Antonio y Joaquín López Raimundo.

Avisa el autor barcelonés que siempre es "muy estimulante" traducirse del catalán al castellano, una lengua que para él "es más materna que el catalán", puesto que al provenir del exilio -nació en París en 1960- tuvo más contacto con el castellano que con la lengua de su madre, con quien durante años se comunicó en español.

En este punto, ha indicado que el catalán lo descubrió totalmente en el año 1971, cuando la familia se estableció en Barcelona, y él con once años fue a la escuela Isabel de Villena.

Respecto a la aparición en los cuentos de cuestiones relacionadas con su biografía, Pàmies ha dicho que desde hace unos años no se pone límites, aunque reconoce: "en los primeros libros esas cuestiones las disimulaba deliberadamente, quizás por la compulsión biográfica de mi madre, que me provocaba una cierta prevención".

Ahora, sin embargo: "no me corto si tengo que contar una historia de familia y, por ejemplo, el relato 'Nueva York, 1994 (Notas para un cuento)', es una crónica de un encuentro entre mi mujer y yo con Paul Auster y su mujer Siri. Todo es verdad, incluso lo que no lo es", ha bromeado.

Por otra parte, ha considerado que para él escribir este tipo de capítulos no supone "revivir nada". "Igual es al revés -ha proseguido- y es cuando escribes que vives cosas que antes no has vivido. Siempre tienes que elegir entre vivir y escribir", ha apostillado.

Además, ha reconocido que nunca se había dicho que sería escritor. "Me fui encontrando con eso, y si te van pidiendo más, es como feo dejarlo", ha explicado.

De todas maneras, no ha escondido que quizás elegir la escritura, en su caso, sirvió para distanciarse de todo lo que vivieron sus padres, muy marcados por la actividad política, que les llevó a abandonar España y a establecerse como exiliados en diferentes países de Europa hasta su regreso a Barcelona en los años setenta.

Mostrar comentarios