Sigue en el hospital el bebé con lesiones por las que arrestaron a sus padres

  • El bebé que sufrió lesiones muy graves cuando tenía veintitrés días, heridas por las que fueron detenidos sus progenitores, continúa hospitalizado en una planta del Hospital Clínico de Valladolid, tras su ingreso en la UVI a finales del pasado mayo.

Valladolid, 22 jun.- El bebé que sufrió lesiones muy graves cuando tenía veintitrés días, heridas por las que fueron detenidos sus progenitores, continúa hospitalizado en una planta del Hospital Clínico de Valladolid, tras su ingreso en la UVI a finales del pasado mayo.

Los padres del menor fueron arrestados después de que los facultativos examinaran al pequeño durante una revisión en un centro sanitario de Palencia y observaran marcas en el cuello, multitud de golpes y desnutrición, por lo que le derivaron inmediatamente al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, han explicado hoy fuentes del Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado.

La identidad de los progenitores corresponde a P.G.L., de 25 años y nacida en Palencia, y D.N.N., de 31 y natural de Valladolid, quienes fueron detenidos como supuestos responsables de las lesiones "muy graves" que sufrió el hijo de ambos.

En la actualidad, el bebé se encuentra en planta, aunque los servicios médicos desconocen el alcance que hayan podido tener sobre él las lesiones tan graves que le originaron.

Antes de los arrestos, tras el alumbramiento y el alta médica del hospital y el regreso de los padres a su domicilio, el equipo médico que atendió a la madre y al recién nacido, en función de la actitud que observó, informó para que asuntos sociales hiciera un seguimiento de la familia.

Fue a finales de mayo cuando acudieron de nuevo al hospital para practicar una revisión al bebé y los médicos observaron que el menor presentaba lesiones muy graves y derivaron al pequeño al Hospital Clínico de Valladolid.

Informaron al Juzgado y a la Policía, tras lo que agentes del Grupo de Atención a la Familia de la Policía Judicial de Valladolid acudieron al centro sanitario para ver el estado en el que se encontraba el bebé y solicitar un informe médico.

En función de lo manifestado por los servicios médicos tras la exploración del recién nacido, arrestaron de forma inmediata a los padres, que se encontraban en un pasillo esperando a que acabara la revisión de su hijo, mientras el niño quedó ingresado en la UVI, dada la gravedad de las lesiones.

Durante los tres días siguientes, los policías tomaron declaración tanto a los detenidos como a testigos del lugar de residencia y a familiares directos de ambos.

Comprobaron cómo, en diferentes ocasiones, manifestaron que habían oído golpes semejantes a los que se realizan sobre una persona y se percataron de que el bebé lloraba de diferentes maneras, dando a veces la sensación de que se ahogaba con su llanto tras oír los golpes.

Aunque en ocasiones el padre no se encontraba en el domicilio por que estaba trabajando, otras veces sí estaba presente, han concretado fuentes policiales, que han informado además de que los investigadores tienen indicios de que el progenitor era sabedor de la situación.

La madre del pequeño se encuentra en prisión y el padre en libertad con una orden de alejamiento hacia el bebé.

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