Sor María no declara ante el juez y evita a la prensa al salir del juzgado

  • La religiosa María Gómez Valbuena, sor María, la primera imputada en la causa de los "niños robados" se ha acogido hoy a su derecho a no declarar ante el juez de Madrid que investiga el caso y ha abandonado los juzgados, escoltada por varios policías, sin hacer declaraciones a los periodistas.

Madrid, 12 abr.- La religiosa María Gómez Valbuena, sor María, la primera imputada en la causa de los "niños robados" se ha acogido hoy a su derecho a no declarar ante el juez de Madrid que investiga el caso y ha abandonado los juzgados, escoltada por varios policías, sin hacer declaraciones a los periodistas.

La monja, que ha comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, que instruye la denuncia de una mujer que asegura que la religiosa le arrebató a su hija en 1982 en una clínica madrileña, no ha podido evitar sin embargo la gran nube de fotógrafos y cámaras que la esperaban a la salida.

Además, un grupo de afectados por los robos de bebés aguardaban concentrados a la puerta de los juzgados madrileños de Plaza de Castilla, donde la han despedido con gritos de "sinvergüenza, ¿por qué no nos dejáis que la veamos?", mientras la religiosa abandonaba las dependencias judiciales en un Mercedes Benz todoterreno negro con los cristales tintados.

Tras su comparecencia, el juez Adolfo Carretero ha mantenido su imputación por los delitos de detención ilegal y falsedad en documento público.

Este procedimiento se abrió tras la denuncia -remitida por la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid- de María Luisa Torres, que asegura que sor María le quitó a su bebé por "adúltera" en la clínica Santa Cristina de Madrid hace tres décadas, ya que el padre no era su marido, y después de haber intentado engañarla diciéndole que la niña había fallecido en el parto.

El magistrado, que continuará con la investigación judicial y la práctica de nuevas diligencias, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ha citado a declarar en calidad de testigos a los padres adoptivos de Pilar, la supuesta "niña robada".

La monja, vestida con el hábito de las hermanas de la Caridad, ha estado en todo momento acompañada por otra religiosa durante su estancia en el juzgado, al que ha llegado antes de las ocho de la mañana, pese a que estaba citada a las nueve y media.

Tras más de una hora en la que ha estado en una sala de espera de la sede judicial, su comparecencia ha durado apenas unos minutos, ya que se ha acogido a su derecho a no declarar, como ha confirmado la abogada de la acusación particular Ana Jiménez.

Una de las afectadas en la causa de los "niños robados", Paloma Pérez, que se enteró hace ocho años de que fue separada de su madre biológica en contra de su voluntad, y cuya denuncia fue archivada por prescripción, ha expresado a los periodistas su indignación al comprobar que se le "da más protección" a la religiosa que a los perjudicados.

Pérez, que esperaba a la puerta de los juzgados la salida de sor María, ha mostrado su incomprensión ante el hecho de que una persona, como la monja imputada, haya causado "tanto sufrimiento""sin necesitar el dinero".

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