Suenan sirenas en Israel para recordar a soldados y víctimas del terrorismo

  • Las sirenas antiaéreas sonaron hoy en todas las ciudades de Israel en recuerdo de sus 23.085 militares, policías y agentes muertos en servicio, así como a los 2.493 civiles víctimas del terrorismo.

Jerusalén, 15 abr.- Las sirenas antiaéreas sonaron hoy en todas las ciudades de Israel en recuerdo de sus 23.085 militares, policías y agentes muertos en servicio, así como a los 2.493 civiles víctimas del terrorismo.

El ulular de la sirena paralizó durante dos minutos el tráfico y toda la actividad en las calles, con la única excepción de las localidades árabes que no la conmemoran por razones de identidad e históricas.

"Para mi simboliza algo que tiene mucha fuerza, primero porque me recuerda experiencias personales -la muerte de dos amigos en un atentado en el centro de Jerusalén cuando tenía 15 años-, y segundo porque representa mi vínculo con este país, con la tierra de Israel", dijo a Efe Noag Guiat, ingeniera farmacéutica y residente en Jerusalén.

Para ella, el minuto de silencio, que en realidad son dos, es un momento para "recordar a los caídos, gracias a los cuales estamos hoy aquí y podemos caminar con seguridad y libertad por las calles".

El conocido como Día del Recuerdo a los Caídos y a las Víctimas del Terrorismo es uno de los más emblemáticos de la sociedad israelí y, según una encuesta difundida hoy, el que quizás más lime las diferencias que la aquejan en el día a día.

Dividida por creencias de fe entre religiosos y laicos, por ideología política entre los que abogan por la paz con los palestinos y los que creen en la visión del "Gran Eretz Israel", la sociedad israelí es además un crisol de diásporas, según la definición que de ella hizo su padre fundador David Ben Gurión.

Como otras fiestas y conmemoraciones en Israel, la jornada comenzó ayer a las 20.00 horas locales (18.00 GMT) también con el ulular de una sirena, mientras la bandera israelí era arriada a media asta en una ceremonia en la explanada del Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo.

Esta mañana los principales dirigentes políticos y militares estaban concentrados en el cementerio Herzl de Jerusalén, el principal de los más de cuarenta que tiene el país, para la ceremonia oficial.

"Frente a la acumulación de amenazas a nuestro alrededor el Ejército es hoy más fuerte que nunca, seguiremos actuando para conseguir la paz y a la vez defender nuestro estado", dijo el primer ministro, Benjamín Netanyahu, durante el acto, que comenzó tras la sirena de dos minutos.

El ulular produjo un parón inmediato en el quehacer diario; los comercios cesaron su actividad y los conductores detuvieron sus coches para ponerse de pie en recuerdo a los 23.085 militares y policías caídos en servicio, y los 2.493 civiles que murieron en ataques enemigos y actos de terrorismo.

Estas cifras, que se contabilizan desde 1860, cuando comenzaron las "aliot" (olas migratorias de judíos) a la entonces Palestina bajo dominio otomano, incluyen a los miembros de organizaciones armadas que existían antes de la independencia de Israel, a militares del Ejército israelí, y a agentes de los servicios secretos, de la Policía y del Servicio de Prisiones.

Este último año murieron 37 soldados, 12 policías y 43 veteranos reconocidos por el Ministerio de Defensa como heridos en servicio.

La cifra incluye en su mayoría a militares y agentes de seguridad muertos en "acto de guerra" o "ataques terroristas", y en menor medida a soldados o agentes fallecidos por otras razones -enfermedad o accidente- cuando prestaban el servicio militar, explicó ayer a Efe un portavoz militar.

La sensibilidad con la que la sociedad israelí trata a las familias afectadas se traduce en una masiva afluencia a los cementerios y actos, un millón y medio de visitantes según las previsiones de Defensa.

"Es un día muy especial en Israel porque la lucha por nuestra existencia no acaba de terminar", explicó Guiat sobre el efecto unificador que esta jornada tiene entre los israelíes.

Hasta hace sólo unos años los ultraortodoxos se mantenían al margen de esta jornada por creer que el estado judío sólo podía llegar de la mano del mesías, pero cada vez son más los que respetan el minuto de silencio.

Donde la jornada pasa desapercibida es entre los 1,2 millones de palestinos que viven en el territorio reconocido de Israel y que no se ven identificados ni con el Día de Recuerdo ni con el de la Independencia, a partir de esta noche.

Para resaltar el precio pagado por la autodeterminación, la jornada de recuerdo precede al Día de Independencia, que se celebra en Israel el día 5 del mes hebreo de Iyar, fecha que en 1948 coincidió con el 14 de mayo.

Ese día los palestinos conmemoran cada año su "Nakba" (Desastre o Catástrofe), con el que recuerdan cómo la creación de Israel supuso para ellos el destierro y la pérdida de unas tierras en las que aspiraban a crear un Estado.

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