Suprimir la función ovárica a las premenopáusicas con cáncer de mama no mejora la enfermedad


Suprimir la función ovárica a las mujeres premenopáusicas menores de 50 años con cáncer de mama no mejora, en líneas generales, el curso de su enfermedad y sí empeora su calidad de vida, según afirmó este miércoles José Ángel García Sáenz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid.
El doctor García Sáenz es uno de los oncólogos que participan en el XVII Simposio de Revisiones del Cáncer, que se celebra estos días en Madrid con el fin de analizar los últimos avances médicos en torno a los tumores malignos.
El experto afirmó en rueda de prensa que uno de cada tres casos de cáncer de mama diagnosticados se detecta en mujeres menores de 50 años. Explicó que hace tan solo un mes se han conocido los resultados del estudio SOFT (Supression Ovarian Function Trial), que evaluó la eficacia de añadir la supresión ovárica al tratamiento endocrino estándar en esta población, y concluyó que, en líneas generales, la terapia no incrementa los beneficios, pero sí puede repercutir negativamente en la calidad de vida de las pacientes.
De esta forma, detalló, se ha visto que las mujeres premenopáusicas a las que se suprime la función ovárica como parte del tratamiento contra el cáncer de mama no mejoran su enfermedad, pero sí encuentran perjuicios en la esfera sexual o de tipo vasomotor, entre otros.
El único subgrupo al que puede beneficiar esta terapia endocrina es el formado por pacientes menores de 35 años con tumores de mama de muy alto riesgo y cuya función ovárica permanece intacta a pesar de la quimioterapia adyuvante, administrada para destruir las células que pueden haber quedado en el cuerpo una vez extirpado por vía quirúrgica el tumor conocido.
Y es que, en opinión de este oncólogo, "el siguiente paso no es tanto saber qué pacientes necesitan más tratamientos, sino cuáles de ellos se pueden tratar con menos".
'BIOPSIA LÍQUIDA'
Otro de los "avances" en cáncer que empiezan a hacerse realidad y de los que se debatirá en el simposio es el conocido coloquialmente como 'biopsia líquida', un sistema basado en una extracción de sangre que podría "jugar un papel clave en la medicina de precisión" y que en España se utiliza ya en algunos centros a la hora de evaluar la progresión de tumores malignos en estado metastásico de colon y de pulmón.
A este respecto, Jesús García-Foncillas, director del departamento de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y ponente en el XVII simposio de Revisiones en Cáncer, indicó que "cuando un tumor crece, se convierte cada vez en más dependiente del sistema circulatorio, que le proporciona los nutrientes necesarios para su crecimiento", lo que provoca que el material celular proveniente de células necróticas o apoptósicas del tumor pase al torrente sanguíneo.
Este material, conocido como ADN tumoral circulante, es el que se analiza mediante una extracción sanguínea para evaluar la evolución de la enfermedad y determinar el tipo de fármaco más adecuado en cada momento.
Tal y como detalló el doctor García-Foncillas, el resultado de este análisis (test de ADN tumoral circulante) "se puede tener prácticamente de un día para otro", lo que hace que la prueba sea más rápida que las tradicionales, basadas en imágenes o biopsias convencionales, y, además, menos molestas.

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