Sustituyen al jefe y a la mitad de mandos de la unidad antidroga de la Policía de Sevilla

    • Las investigaciones de Asuntos Internos por el robo de cocaína y el cese del policía que investigaba a Iván Chaves han desestabilizado el departamento en los últimos años
    • Por primera vez todos los jefes antidroga de la capital andaluza tienen su plaza en propiedad
    • La lucha contra el crimen organizado es una de las líneas de actuación de la Estrategia de Seguridad Nacional
Chaves: nunca "he favorecido" a ningún familiar
Chaves: nunca "he favorecido" a ningún familiar
Roberto R. Ballesteros / Seguridad y Tribunales

La Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) es uno de los departamentos más importantes del Cuerpo Nacional de Policía. La lucha contra el narcotráfico, que en la mayor parte de las ocasiones conlleva la persecución de otros delitos (armas, trata, blanqueo de capitales, etc.), es fundamental para la estabilidad de un país.De hecho, según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el crimen organizado genera 870.000 millones de dólares al año (cifra facilitada en 2012), lo que equivale al 1,5% del PIB mundial. No en vano, la Estrategia de Seguridad Nacional presentada por el Gobierno el pasado año apunta el crimen organizado como una de las principales amenazas del país, junto al ciberdelito, el terrorismo o la vulnerabilidad energética.Algunas unidades periféricas del Cuerpo Nacional de Policía, sin embargo, no destacan precisamente por propiciar esa estabilidad en las plantillas. Es el caso de la Udyco de Sevilla, cuyo personal ha sufrido importantes cambios en los últimos tres años.El último sucedió hace apenas unas semanas, poco antes de Navidad, cuando fue nombrado el nuevo jefe de la unidad. Víctor Ortega sustituyo a Francisco Tarifa. Ambos habían estado imputados por el robo de 150 kilos de droga en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla y ambos fueron absueltos. Ahora, con Tarifa como comisario esperando destino, Ortega coge su puesto también inaugurando su reciente condición de inspector jefe.Te interesa: La Audiencia Nacional investiga si hay demasiados jefes nombrados a dedo en la Guardia CivilJunto a este cambio también fueron sustituidos tres de los siete jefes de grupo del departamento, todos ellos inspectores que dirigen personalmente operaciones contra el narcotráfico y el crimen organizado en una provincia que sirve de paso a los delincuentes que centralizan en Sevilla la recogida de la droga que ha entrado por Cádiz o Huelva para luego distribuirla al resto de España.Los tres nuevos inspectores han accedido a la plaza por concurso específico de méritos, debido a que cuentan con más puntos que los policías que estaban ocupando provisionalmente el cargo y que llevaban dos o tres años en comisión de servicio. Los nuevos, explican algunas fuentes, no tienen que tener necesariamente experiencia en la lucha contra el narcotráfico.Esta es la tercera renovación importante en tres años que sufre un departamento clave para la persecución del delito en Andalucía. La primera se produjo después de que Asuntos Internos acusara al entonces jefe de la Udyco, Tarifa, del robo de droga en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, lo que provocó que le trasladaran durante unos meses de puesto y, sobre todo, que el clima interno se enrareciera.Te interesa: La Justicia avala, por ahora, los nombramientos a dedo en la PolicíaTarifa finalmente fue absuelto y reintegrado en su puesto, que por otra parte tenía en propiedad, antes de ascender a comisario, momento en que abandona definitivamente la unidad, que aún no se ha recuperado de aquel enfrentamiento con Asuntos Internos. "La lucha contra el narcotráfico conlleva estar en continuo contacto con delincuentes y una escucha telefónica puede malinterpretarse", explica un agente que prefiere mantener el anonimato. "Tras lo de Paco Tarifa, comenzó una desmotivación generalizada; la gente no quería tener problemas y para eso lo mejor es investigar lo justo, no involucrarse más allá", añade.Meses después, un nuevo terremoto –esta vez con tintes políticos– sacudió de nuevo la Udyco de Sevilla. Una polémica investigación abierta contra el hijo del expresidente andaluz Manuel Chaves, Iván Chaves, acabó con el cese del jefe de grupo que dirigía las pesquisas y volvió a sembrar el desánimo en la unidad. Aquel jefe de grupo hoy dirige las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) y se encuentra muy alejado de cualquier investigación relativa al narcotráfico, al blanqueo de capitales o al crimen organizado. De hecho, tras su salida, el grupo que se encargaba de la investigación contra Chaves no ha vuelto a practicar diligencias, a pesar de que la Fiscalía dejó la puerta abierta para que lo hiciera.Te interesa: Interior quiere que todos los jefes de la Policía tengan carrera universitariaLas últimas modificaciones de los tres jefes de grupo experimentadas por la Udyco de Sevilla están forzadas por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que obligó a la Dirección General de la Policía a reducir de casi 7.000 a poco más de 2.000 el número de nombramientos a dedo dentro de la corporación y a incrementar las designaciones por concurso de méritos, que es el sistema por el que se han nombrado a los citados jefes de grupo de la unidad antidroga hispalense.En estos momentos, y después de la incorporación de los tres últimos, los siete jefes de los siete grupos que componen la Udyco en Sevilla tienen su plaza en propiedad. A largo plazo, explican fuentes policiales consultadas, la generalización del concurso específico de méritos en lugar de la libre designación dará estabilidad al cuerpo, aunque en este primer momento esté provocando terremotos como el de Sevilla, donde no se habían recuperado de anteriores sacudidas.

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