"Templario", el oso más goloso de la Cordillera Cantábrica

  • José María Rodríguez.

José María Rodríguez.

Santander, 4 ago.- Los vecinos de Suano (Cantabria) están comprobando estos días que el amor de los osos por la miel no solo es materia de los cuentos, sino que hay plantígrados que soportan cualquier cosa por darse un festín en una colmena, como "Templario", al que ni cuatro cercados eléctricos han conseguido detener.

Desde finales de julio, este pequeño pueblo de la comarca de Campoo, situado en las faldas de la Sierra de Híjar, recibe regularmente la visita de un oso macho adulto, al que han bautizado como "Templario" porque sus huellas se han encontrado por una zona del municipio en la que se conservan ruinas de la orden del Temple.

Su primera incursión en las colmenas de Suano se detectó el 22 de julio, y el apicultor afectado reaccionó como se acostumbra en estos casos: comunicando los daños al Gobierno de Cantabria para solicitar la correspondiente indemnización y protegiendo su colmenar con un cable electrificado, el llamado "pastor eléctrico".

El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha explicado a Efe que el hecho de que los osos se acerquen a los pueblos a asaltar las colmenas no tiene nada de extraño, porque a los osos "les encanta" la miel y apenas quedan enjambres silvestre.

"Es algo muy frecuente en verano en toda la Cordillera Cantábrica, desde los Ancares de Lugo hasta este extremo de su área de distribución, en Reinosa. Es absolutamente habitual. De hecho, el grueso de los daños que provoca el oso en la Cordillera Cantábrica es en la miel", ha indicado el responsable de la Fundación.

Lo que ya no es tan normal es que ni los "pastores eléctricos" consigan evitarlo, porque, en el 90 por ciento de los casos, los osos dejan de acercarse a las colmenas en cuanto reciben la pequeña descarga eléctrica que provocan esos dispositivos, apunta Palomero.

El presidente de la Fundación Oso Pardo reconoce que en los últimos años se han detectado varios casos en Lugo, León, Asturias y Cantabria de osos que ni siguiera tienen miedo al doloroso calambrazo que reciben cuando se acercan a un colmenar.

"No sé si son los más golosos o qué, pero quieren tanto la miel que ni con el pastor eléctrico podemos impedir que entren", dice.

Pero hasta en esto "Templario" es especial, porque este oso de las montañas de Campoo demuestra una resistencia a la electricidad poco frecuente, o un adicción a la miel muy superior a la de sus congéneres, ya que en cada una de sus visitas la cerca se ha reforzado con un nuevo hilo electrificado y se ha subido el voltaje.

"Templario" asaltó las colmenas de Suano por primera vez el día 22 de julio, repitió el 25, el 28 y el 1 de julio, ha señalado a Efe en alcalde de Campoo de Suso, Pedro Luis Gutiérrez. "Viene cada tres días, así que le toca de nuevo esta noche", asegura.

En sus últimas incursiones, el más goloso de los osos conocidos en los últimos años en Cantabria ha recibido una descarga que cuadruplica a la que los ganaderos utilizan para las vacas, pero no se arredra. "Lo soporta por conseguir el premio de la miel", explica el presidente de la Fundación Oso Pardo, entidad que ya estudia otra estrategia para frenar a ladrones de miel tan perseverantes.

"Es tan goloso, que rompe de un zarpazo todos los pastores eléctricos que se le ponen", corrobora el alcalde de Campoo de Suso.

Pedro Luis Gutiérrez se declara orgulloso, "como alcalde y como profesor de Ciencias Naturales", de que su municipio sea uno de los pocos de España que pueden presumir de tener osos pardos y elogia la paciencia con que está demostrado el apicultor afectado.

El alcalde recuerda que la presencia del oso en el monte es un indicador de la buena calidad del hábitat del municipio, una "fuente de riqueza". Y se alegra de sus vecinos lo entiendan así.

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