Teresa Romero quiere incorporarse al trabajo lo antes posible

    • Aún está pendiente de pasar el tribunal médico que valore cómo se encuentra
    • Los médicos que la trataron aseguran que ni ella misma sabe cómo se contagió de ébola
Teresa Romero, primera española infectada por ébola
Teresa Romero, primera española infectada por ébola


Hoy hace un año que Teresa Romero, el primer caso de infección por ébola en España y en el mundo occidental, abandonó el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid con el virus letal superado. El 6 de Octubre de 2014 saltaron todas las alarmas al conocer que esta auxiliar de enfermería había sido contagiada al atender al religioso Manuel García Viejo, fallecido en España a causa del ébola tras su repatriación desde Sierra Leona.


Un año después, la vida ha vuelto a la normalidad tanto para la protagonista de esta historia y su entorno, como para el hospital donde estuvo ingresada y sus compañeros de trabajo. Gente cercana a Teresa afirma que ha vuelto a su vida cotidiana junto a su marido en su Alcorcón de siempre, haciendo alguna escapada que otra a Galicia a ver a sus padres, con una nueva mascota, una perra llamada Alma, y con ganas de seguir adelante y olvidar. Le han quedado algunas secuelas, como la fatiga crónica, pero acude a sus revisiones médicas, ha vuelto al gimnasio y en unos meses quiere incorporarse de nuevo al trabajo.Aún así, en el aniversario de su salida del hospital aún son muchas preguntas las que están en el aire. Teresa no quiere saber nada de los medios de comunicación y sólo pide respeto para retomar seguir su anonimato.

(Te interesa leer: Teresa Romero: cronología de una pesadilla)Marta Arsuaga,el ángel de Teresa Romero


Marta Arsuaga es doctora en el departamento de medicina tropical del Hospital Carlos III. Ella y todo su equipo fueron los encargados de tratar a Teresa Romero hace un año. Arsuaga echa la vista atrás y asegura que aquellos meses de 2014 los vivieron con preocupación porque nunca se habían enfrentado a algo parecido. "Yo misma pensaba a veces que la infectada podría haber sido yo. Que también me podría haber pasado a mí. Tuvimos claro que nuestra prioridad era cuidar de Tere y hacer todo lo posible por salvarle la vida". La doctora afirma que el ébola es una enfermedad que llegó al mundo occidental lleno de rumores que junto a la desinformación, causó el pánico. "No nos dejamos llevar por la rumorología e hicimos lo que teníamos que hacer. Gracias a dios el uso de suero de pacientes que habían superado el ébola, los antibióticos, antivirales, el control de las constantes y la hidratación funcionaron con Tere, aunque no las tenía todas conmigo".

Un año después, la pregunta de cómo se infectó Teresa Romero sigue formulándose, aunque Marta Arsuaga asegura que "ni la propia Teresa sabe qué pasó. Nunca lo sabrá. Todos cometemos errores y pienso que ni ella sabe cómo pudo ocurrir y nosotros, menos".
¿Qué falló?

Fueron muchas las especulaciones que rodearon al Hospital Carlos III sobre si verdaderamente era un centro preparado para abordar una situación de crisis de tal magnitud. Se miró con lupa la preparación de los enfermeros y médicos que se ocupaban de Teresa, la capacidad del centro o la efectividad de los trajes aislantes y demás material que se usaba. "El Carlos III siempre ha sido un referente en casos de infecciones y hemorragias. Es cierto que al ébola nunca nos habíamos enfrentado pero sabíamos cómo actuar. Hay gente muy preparada aquí y el material que usamos estaba y está en perfecto estado:mascarillas, guantes, gafas, batas...Se dijeron muchas barbaridades sobre cómo estábamos haciendo nuestro trabajo. Todo falso. Siempre estuvimos bien preparados y lo seguimos estando. En nuestras actuaciones no falló nada" afirma Arsuaga.


Pero la infección de Teresa Romero marcó un antes y un después en lo que a protocolos de actuación se refiere, concretamente en el Hospital La Paz-Carlos III. "Hemos aprendido mucho en este año y ha habido cambios, por supuesto. Hemos remodelado algunas de las plantas del hospital, colocado espejos en las salas donde nos ponemos y quitamos los trajes, establecido horarios de descanso, colocado un sistema de comunicación especial para que los enfermos aislados puedan comunicarse con el exterior, colocación de esclusas, etc".

El Hospital La Paz-Carlos III de Madrid participa en el ensayo clínico de la vacuna experimental contra el ébola con un total de 40 voluntarios. Un ensayo que permitirá medir la respuesta de anticuerpos contra este virus y ofrecerá datos de seguridad. Se trata del ensayo clínico de la vacuna VSV-EBOV, cuyos resultados experimentales se dieron a conocer el pasado 31 de julio y muestran un "alto grado de efectividad" tras haber sido probada en más de 4.000 personas en contacto con la enfermedad en Guinea Conakry.


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