Turcos de Alemania advierten contra repetición de errores en política de inmigración

  • El gobierno alemán debe evitar los errores del pasado en materia de integración, dicen los turcos llegados a Alemania en los años sesenta, al aprobar la voluntad de la canciller Angela Merkel de acoger a los miles de refugiados llegados a Europa en los últimos años.

"Lo que estuvo mal en el pasado fue haber considerado a los 'Gastarbeiter' como simple mano de obra que se volvería a ir a su país", dice Gökay Sofuoglu, presidente de la Comunidad Turca de Alemania (TGD).

Los "Gastarbeiter", "trabajadores invitados", son los inmigrantes, turcos en su gran mayoría, que la ex Alemania Occidental importó para solucionar la falta de mano de obra y nutrir el "milagro económico".

En los años sesenta, la industria alemana contrató a centenas de miles de trabajadores extranjeros, pensando que se iban a quedar algunos años y después volver a su país.

Sin embargo, cuando llegó la hora de la jubilación, la gran mayoría se quedó en Alemania.

Alemania cuenta actualmente con alrededor de tres millones de personas oriundas de Turquía, la diáspora turca más importante del mundo.

Al comienzo, en Alemania nadie consideró útil integrar a los albañiles, artesanos u obreros.

La cuestión se planteó "mucho más tarde", señala Gülistan Gürbey, investigadora en ciencias sociales de la Universidad Libre de Berlín y especialista en temas de integración.

El presidente de la Sociedad germano-turca de Stuttgart (sudoeste), Aykut Düzgüner, señala por ejemplo, que no se les enseñó el idioma alemán.

"Los 'Gastarbeiter' no hicieron el esfuerzo de estudiar alemán, pero los alemanes no insistieron para que lo hicieran", lamenta Düzgüner.

Por lo cual, una parte de las dos primeras generaciones de inmigrantes turcos no domina el idioma alemán y vive replegada en guetos, lo que representa "un peso" tanto para los turcos como para el conjunto de la sociedad, dice Düzgüner.

Por supuesto, los turcos de la última generación están mucho más integrados "en el sistema de formación y en el mercado de trabajo", destaca Gürbey y algunos han hecho carrera en la política, el deporte o la música.

Sin embargo subsisten "algunos atrasos" en materia de escolarización o inserción profesional, señala.

El desempleo entra la población de origen turco es de 10,4% contra con una tasa de 6,4% para el conjunto de Alemania.

Muchos alemanes de origen turco se quejan de discriminación en el mercado laboral o locativo.

Sin embargo, más de 50 años después, cuando Alemania enfrenta un flujo migratorio de una inédita amplitud, el discurso oficial parece más prometedor.

La canciller Angela Merkel no duda en calificar a Alemania de "país de inmigración" y en hablar de una rápida integración de los refugiados.

"Debemos aprender de la experiencia de los años 60" y "desde el comienzo darla la mayor prioridad a la integración", declaró Merkel recientemente.

Los políticos "no deben repetir los errores cometidos en el pasado", dice Aykut Düzgüner.

"Hay que integrar rápido a la gente que viene, formarla rápidamente, lingüística y profesionalmente, es la clave del éxito", dice Düzgüner.

Alemania "aprendió mucho" y "puede aplicar esa experiencia a los refugiados que se van a quedar", señala por su parte Gülistan Gürbey.

Por ejemplo, Alemania flexibilizó la política de obtención de la nacionalidad y estableció cursos de idioma e integración obligatorios.

Los turcos de Alemania saludan la voluntad del gobierno de Merkel.

"La política alemana asimiló las lecciones de la historia", concluye Sofuoglu, cuya asociación está en el barrio berlinés de Kreuzberg, llamado "el pequeño Estambul", debido a su importante comunidad turca.

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