Un directivo de empresa corre maratones en favor de los niños con cáncer

  • Arturo Cimarra, directivo de una empresa española que decidió hace cuatro años correr maratones a favor de los niños enfermos de cáncer y con cardiopatías, ha ido de menos a más, por lo que este año ha participado en los de Madrid y Barcelona, mientras que para 2013 ya piensa en el de Las Arenas, en Marruecos.

Madrid, 5 may.- Arturo Cimarra, directivo de una empresa española que decidió hace cuatro años correr maratones a favor de los niños enfermos de cáncer y con cardiopatías, ha ido de menos a más, por lo que este año ha participado en los de Madrid y Barcelona, mientras que para 2013 ya piensa en el de Las Arenas, en Marruecos.

En declaraciones a Efe, Cimarra explica que en 2008 decidió correr por primera vez la maratón de Madrid, la experiencia le pareció tan "espectacular" que al año siguiente volvió a hacerlo, pero esta vez a su superación personal se unió el objetivo de ayudar a los demás.

"Me había picado conmigo mismo para mejorar mi marca y pensé en volverme a pegar la paliza el año siguiente con la idea de poner en marcha una iniciativa solidaria y traducir el esfuerzo y el sacrificio de preparar una maratón en ayudar a alguien", afirma.

Poco antes, el hijo de un amigo suyo murió de leucemia y fue entonces cuando conoció una de las dos fundaciones con las que participa, Caico, formada por "niños y adolescentes, padres y madres, familiares, amigos, equipos médicos y psicólogos unidos en la lucha contra el cáncer infantil", según la web.

Planteó a varias empresas que sus logotipos aparecieran en la camiseta que lucía en las carreras a cambio de dinero que destinaría íntegramente a esa fundación y así fue: en 2009 recaudó 8.000 euros y al año siguiente 12.000.

Cimarra conoció en 2011 la Fundación Menudos Corazones, para ayudar a los niños con problemas de corazón con la que también empezó a colaborar y en ese año recaudó 16.000 euros, que repartió entre ésta y Caico.

En diciembre del pasado año se planteó un reto mayor, no sólo correr el maratón de Madrid, sino también el de Barcelona, y así lo ha hecho.

"Correr un maratón es una prueba durísima y correr dos lo es más", apunta Cimarra, quien explica que para ello entrenó durante cinco meses recorriendo entre 50 y 60 kilómetros semanales, en total, agrega, han sido más de 1.000 kilómetros para preparar su "reto".

Este año ha conseguido más patrocinadores que los años anteriores y, además, se le ocurrió vender sus kilómetros, a diez euros cada uno.

Su próximo objetivo es, como él mismo reconoce, "bastante más duro" y es correr el Maratón de las Arenas, en Marruecos, en el que cual los participantes tienen que recorrer 240 kilómetros en régimen de autosuficiencia en el desierto durante seis días.

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