Un nuevo preso es hallado muerto en la cárcel brasileña de Pedrinhas

Río de Janeiro, 21 ene.- Un nuevo preso fue hallado muerto hoy en la cárcel brasileña de Pedrinhas (nordeste), una de las más violentas del país, lo que supone la tercera víctima en este presidio en lo que va de año, informaron a EFE fuentes oficiales.

La muerte, cuyas causas todavía se desconocen, se produjo un día después de que fueran transferidos nueve presos desde el centro de Pedrinhas, situada en San Luis, capital del estado de Maranhao, hasta la Cárcel Federal de Máxima Seguridad de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso del Sur.

Esta decisión forma parte de un programa anunciado por el Gobierno de Maranhao para enviar a algunos de los cabecillas mafiosos internados en Pedrinhas a cárceles de máxima seguridad con el fin de reducir la violencia promovida en dicho centro.

El pasado jueves 16 se registraron dos motines en el mismo centro penitenciario ya que, según informaron fuentes oficiales, los presos están insatisfechos con la presencia de la policía militarizada, quien desde el pasado mes de diciembre se encuentra en el interior de la cárcel para intensificar la seguridad.

Después de los motines, agentes policiales y militares junto con funcionarios de prisiones realizaron una inspección de las celdas para requisar todos aquellos objetos que pudiesen ser utilizados como armas.

Durante 2013, 59 presos murieron en el centro penitenciario de Pedrinhas, siete de ellos en menos de una semana, lo que llevó al Gobierno central de Brasil a iniciar un programa para recuperar el control sobre la cárcel.

Además de los asesinatos, el Gobierno reconoció que como consecuencia del descontrol de las autoridades sobre el recinto, se produjeron "violaciones de familiares" en los días de visitas.

La violencia desatada en Maranhao incluyó atentados contra autobuses de transporte público en los que murió una niña de seis años.

Según datos oficiales, la población recusa de Brasil supera ligeramente los 550.000 internos, lo que supone un 30 % más de lo que las cárceles del país iberoamericano pueden albergar.

Del total de presos, se estima que casi el 40 % se encuentra en prisión preventiva a la espera de sentencia.