Una disputa entre adolescentes el Allentown, Filadelfia (EEUU), ha acabado con una niña en el hospital y un policía demandado por uso abusivo de fuerza. Un vídeo, grabado por una cámara de seguridad el pasado 29 de septiembre, muestra cómo el agente encañona a la joven con una pistola eléctrica Taser y, cuando parece que levanta las manos para rendirse, aprieta el gatillo.
En las imágenes se ve cómo la chica camina hacia el coche antes de ser golpeada contra el lateral del vehículo por el oficial. La pelea sigue hasta que el policía da un paso atrás y dispara su pistola Taser en la ingle de la chica.
Keshana Wilson, de 14 años, recibió una descarga de 50.000 voltios y se derrumbó en el suelo antes de que el agente la esposara. Wilson necesitó ser trasladada al hospital, donde además de tratarle del shock, le tuvieron que retirar de la pierna varios de los pequeños garfios metálicos con los que la pistola transmite la descarga.
La familia de la niña ha demandado al agente Jason Ammary por abuso de autoridad y uso de fuerza innecesaria. En las alegaciones presentadas ante el juez, el letrado de los Wilson argumenta que la chica no hizo nada para provocar al oficial, pero que él la agarró por detrás y la empujó hacia el coche mientras la insultaba.
Sin embargo, el departamento de policía de Allentown ha respaldado a Ammary asegurando que la adolescente se resistió a un arresto y le dio un codazo en la barbilla. De hecho, la adolescente fue arrestada y acusada de asalto, pelea, resistencia al arresto, conducta desordenada, negativa a dispersarse y caminar por la carretera. Los cargos de asalto y pelea han sido ya desestimados por el Tribunal de menores, pero el resto siguen vigentes.
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