El tifón Melor ha dejado al menos nueve víctimas mortales. La provincia de Samar, al este de Filipinas, sufrió fuertes vientos y grandes tormentas que causaron además la evacuación de 750.000 personas el pasado lunes. Hasta el miércoles, el archipiélago se mantendrá en alerta.
En Manila cayeron grandes trombas de agua el martes por la noche que sumergieron calles y perturbaron la circulación, aunque este miércoles el agua había empezado a desaparecer de esta ciudad de 12 millones de habitantes.
El tifón cruzó el centro del archipiélago de este a oeste, tras haber tocado tierra el lunes en Samar, una isla de 1,5 millones de habitantes. Además, dejó atrapadas a más de 8.000 personas en la isla.
En la madrugada del miércoles cruzó lentamente la isla de Mindoro, una zona agrícola de unos 1,2 millones de habitantes, antes de dirigirse hacia el mar de China meridional. El balance de víctimas se agravó con el anuncio de las autoridades de Mindoro, situada a unos 120 kilómetros al sur de Manila, de la muerte de cinco personas. En Samar murieron otras cuatro.
En Filipinas son muy frecuentes las tormentas y hay una media de viente tifones al año.
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