Una exposición recuerda a miles de españoles que emigraron Argelia en los siglos XIX y XX

  • Alicante.- Una exposición de fotografías, grabados y diversos documentos recupera la odisea de las decenas de miles de españoles que emigraron a Argelia durante los siglos XIX y XX huyendo de la pobreza, en un fenómeno migratorio exactamente inverso al que se registra en la actualidad.

Una exposición recuerda a miles de españoles que emigraron Argelia en los siglos XIX y XX
Una exposición recuerda a miles de españoles que emigraron Argelia en los siglos XIX y XX

Alicante.- Una exposición de fotografías, grabados y diversos documentos recupera la odisea de las decenas de miles de españoles que emigraron a Argelia durante los siglos XIX y XX huyendo de la pobreza, en un fenómeno migratorio exactamente inverso al que se registra en la actualidad.

Organizada por Casa Mediterráneo en el centro cultural Bancaja de Alicante, "Españoles en Argelia. Memoria gráfica" rememora la presencia hispana en esa parte del norte de África, que se remonta a la toma de Orán por las tropas del Cardenal Cisneros en 1509 cuando la Corona perseguía la supremacía militar y comercial.

La muestra se centra, especialmente, en el periodo entre el inicio de la colonización francesa, en 1830, y la independencia, en 1962, y ya que en esos 132 años los emigrantes españoles constituyeron el mayor contingente de mano de obra extranjera.

Esto se refleja en uno de los documentos de 1911, que informa de que el territorio argelino había unos 160.000 personas procedentes de la península ibérica, muy por encima de los 92.000 franceses.

El comisario de la exposición, Juan Ramón Roca, ha explicado a EFE que la importancia de la migración procedente de España era tal que la prensa y opinión pública gala alertaban sobre "el peligro español" ante el riesgo de que hispanizara su zona influencia.

Las instantáneas y demás material seleccionado por Roca, la mayoría de fondos particulares, reflejan que las sucesivas crisis económicas, la sobrepoblación y el "enorme desempleo" empujaron a decenas de miles de españoles, especialmente de Alicante, Murcia y Almería, a embarcarse rumbo a la otra orilla del Mediterráneo.

Poco a poco una emigración, en principio temporal, se convirtió en definitiva ya que hubo un "efecto llamada" que propició que los primeros aventureros decidieran llevarse a sus mujeres, hijos, padres.

"Tenemos que ser conscientes de que una vez, no hace tanto tiempo, fuimos nosotros los inmigrantes y que, también como ocurre ahora, fuimos de forma clandestina en pateras y pesqueros, y que padecimos lo mismo que ahora sufren ellos por lo que tenemos que ser condescendientes con ellos, igual que ellos lo fueron con nosotros", ha considerado Roca.

Los emigrantes del XIX eran empleados principalmente en el cultivo de los atochales para el negocio del esparto, en aquella época materia prima del papel y que se exportaba con gran éxito a los países anglosajones.

También trabajaban en explotaciones de carbón, en la construcción del ferrocarril y carreteras, así como en la limpieza, desbroce o desecación de terrenos para cultivos agrícolas.

Además de quienes buscaban un medio para subsistir, en Argelia acabaron muchos jóvenes que querían evitar el servicio militar forzoso, así como mujeres sin recursos que llegaban como "amas de cría" para hacerse con una dote antes de regresar a España para casarse, aunque muchas finalmente no lo hacían.

Tras años pasados en aquel país y con hijos educados en colegios franceses, muchos españoles acabaron "afrancesados", sobre todo tras la Ley de Naturalización gala de 1889 que daba nacionalidad a todo el residente en la colonia.

Desde principios del siglo XX también acudieron al país magrebí numerosos empresarios a hacer negocio y para que sus fábricas evitarán los aranceles europeos.

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