Uno de cada cuatro ancianos tiene diabetes

  • La incidencia de la diabetes tipo 2 entre la población aumenta con la edad y aproximadamente uno de cada cuatro ancianos padece esta enfermedad, ha informado hoy Leocadio Rodríguez, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).

Madrid, 10 mar.- La incidencia de la diabetes tipo 2 entre la población aumenta con la edad y aproximadamente uno de cada cuatro ancianos padece esta enfermedad, ha informado hoy Leocadio Rodríguez, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).

El experto, junto con otros doscientos especialistas, ha participado en una jornada organizada por Novartis bajo el título "Centrados en el anciano con diabetes", con el objetivo de actualizar el abordaje del paciente diabético de edad avanzada.

La mitad de la población con diabetes tipo 2 en España tiene más de 65 años. Según datos del estudio Di@bet.es, la prevalencia de esta dolencia entre la población anciana mayor de 75 años se acerca al 30 % y alcanza casi el 40 % entre los que superan los 85 años.

Los expertos han alertado de que los ancianos con esta patología presentan además otras comorbilidades, una elevada heterogeneidad clínica, deterioro cognitivo, depresión o caídas y un mayor riesgo de mortalidad entre otras cosas que condicionan el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

En palabras del Ricardo Gómez, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional Universitario de Málaga, "los ancianos con diabetes tienen más carga de comorbilidad que los no diabéticos, y también presentan más riesgo de depresión y de incapacidad funcional".

Tres son los factores que explican la presencia de la diabetes en las personas de edad avanzada, según Rodríguez. El primero sería el cambio en la composición corporal, que "condiciona un aumento de la grasa intermuscular que, junto a determinadas modificaciones en la producción energética de la mitocondria, produce resistencia a insulina."

Aunque no "menos importante" es, a su juicio, el factor social, "los hábitos de vida, con tendencia a un progresivo sedentarismo" y, por último, "la caída en el metabolismo basal y en el gasto energético que favorecen la obesidad."

Para Edelmiro Menéndez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la formación de los profesionales sanitarios en este ámbito es "fundamental" en el momento actual.

Entre otras razones, ha citado la alta prevalencia de esta patología en ancianos, su "pluripatología" que "hace más complejo" el tratamiento farmacológico y la dificultad para "promover un cambio de hábitos en este grupo de población."

Durante la reunión, los especialistas han recordado que la diabetes es un factor de riesgo para el desarrollo de demencia no solo vascular sino también de la enfermedad de Alzheimer.

Esta relación entre la diabetes y la demencia complica el abordaje de estos pacientes pues, según el doctor, tiene un "impacto evidente" sobre su manejo, con un mayor riesgo de hipoglucemias, que "se asocian a su vez a un elevado riesgo de desarrollar demencia en un plazo de cinco años, cerrando así varios círculos viciosos".

Por ello, los expertos sostienen que deben modificarse los objetivos terapéuticos simplificando los tratamientos y valorando globalmente al enfermo. De este modo, abogan por centrarse más en "la función, los cuidados integrados y la coordinación, y no tanto en la expectativa de vida".

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