Unos 200.000 peregrinos no pudieron acceder a la vigilia de Cuatro Vientos

  • "Desolación" y "dolor de corazón" era la sensación predominante en la noche de este sábado entre los cerca de 200.000 peregrinos que no pudieron participar en la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) al no poder acceder a Cuatro Vientos, a pesar de que tenían un pase para asistir a la misma.
Los cerca de 200.000 peregrinos que no pudieron acceder a la Vigilia se sintieron "desolados"
Los cerca de 200.000 peregrinos que no pudieron acceder a la Vigilia se sintieron "desolados"
Europa Press

Desde las 16.00 horas hasta las 18.00 se fueron cerrando paulatinamente los cuatro accesos al recinto, según fuentes de la organización, que ya había ampliado el espacio de Cuatro Vientos para que no sucediera el mismo problema en la misa del domingo y pudiera entrar sin problemas todo el que lo deseara.

Anoche, Carolina, una peregrina con discapacidad de Madrid que tuvo que caminar con muletas más de tres kilómetros ya que las lanzaderas que salían desde Aluche les dejaban a esa distancia, a pesar de que en principio debían llegar hasta los propios accesos, manifestó sentirse "estafada" a pesar de contar con un pase para el sector B-7 (el de los minusválidos).

"No nos han dado información y la gente está agolpada, aquí hay peregrinos de todo tipo. Si nos hubieran dado una explicación se habría entendido porque esto no es un concierto y nos habríamos ido, pero no lo han hecho", dijo. En cualquier caso, la muchacha decidió ofrecer el "esfuerzo por el Santo Padre".

Por su parte, Mary, una mujer de 70 años de edad procedente de la Congregación de María de la Salud de Georgia (Estados Unidos) y que era la encargada de un grupo de 30 peregrinos de esa edad que llevaban dos años vendiendo tartas y bizcochos para costearse el viaje y que tenían entrada para el sector E-7, también se quedó fuera.

Según relató a Europa Press, llegaron al acceso número 3 del recinto a las 4,00 horas de la tarde donde les dijeron que ya no podían pasar. "¿Qué explicación puedo dar, después de llevar más de un año preparando a personas de más de 60 años para este viaje? Tengo un gran dolor de corazón. Lo ofrecemos por el Papa, pero ¿quién nos llena ese vacío? Queremos una disculpa", lamentó.

Mientras, Lucas, un sacerdote misionero sueco de 38 años de edad y llegado desde Angola con un grupo parroquial de 50 peregrinos que debía ubicarse el sector F-1, detalló que él tenía un pase especial para el sector A-2 porque tenía que dar la comunión.Padres e hijos

En la misma situación se encontró la familia de Lourdes, llegada de Málaga con su marido y sus dos hijos, Marcos y Marta, de 9 y 6 años. La familia inició el viaje en la mañana del sábado y no tenían alojamiento porque iban a dormir en el sector E-4 de Cuatro Vientos con sus hijas.

En el cordón policial, el Policía Nacional Miguel, de 32 años de edad y que estaba en el acceso 1 de Cuatro Vientos, reconoció que de no haber sido por "el comportamiento católico y la fe" de los peregrinos que se quedaron fuera, habrían necesitado "al menos el triple de efectivos" para poder afrontar el plante de la gente que, a pesar de tener una acreditación, no podía entrar.

Con todo, en el ambiente se mezclaba la "tristeza" y la alegría de la gente ya que, pese a la "desolación" de no poder ver al Papa, seguían cantando las consignas de la JMJ como 'Esta es la juventud del Papa' o 'Benedicto, Benedicto', que intercalaban con un común 'queremos entrar, queremos entrar'.

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