Violencia género. Ocho de cada diez reclusas sufrió maltrato antes de entrar en prisión


EL 80% de las mujeres privadas de libertad en españa ha sufrido algún episodio de violencia de género física, psicológica o sexual antes de su ingreso en la cárcel.
Así lo declaró este viernes la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, durante la presentación del manual Sermujer.es, elaborado por profesionales de Instituciones Penitenciarias, el Instituto de la Mujer, el mundo académico y las ONG.
Según señaló, esta publicación forma parte de un programa de intervención con mujeres privadas de libertad para prevenir la violencia de género, dentro del Plan de Acciones para la Igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito penitenciario.
El proyecto comenzará dentro de un mes y consistirá en dos sesiones semanales a lo largo de un año, de las que se beneficiarán unas 200 reclusas.
Entre otros aspectos, internas y profesionales abordarán las identidades de género, la autoestima, la sexualidad, las relaciones de pareja, los mitos del amor romántico y la adquisición de habilidades sociales.
En la rueda de prensa, Gallizo destacó que del 80% de mujeres reclusas víctimas de malos tratos, un 68% ha sufrido violencia sexual (el 41% de forma sistemática, el 59% en el ámbito familiar y el 25% cuando eran menores).
“Esta alta prevalencia está relacionada con “la dependencia emocional que muchas de ellas experimentan hacia sus parejas”, señaló, y que “en muchos casos ha conducido al consumo de drogas y a delitos relacionados con esta adicción”, puntualizó Gallizo.
El hecho de que un 50% de la población reclusa femenina lo sea por delitos contra la salud pública (tráfico de drogas) así lo demuestra, señaló.
Por su parte, la directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara, subrayó que las mujeres representan el 8% de la población reclusa, pero “la norma social sanciona con mucha mayor dureza el internamiento en prisión de una mujer”, advirtió.
De ahí la importancia de prevenir la exclusión social y de dar herramientas a las víctimas para evitar la repetición de comportamientos negativos y aprender a superar lo vivido, declaró Seara.
En su opinión, combatir “la dependencia afectiva y conocer qué relaciones de pareja son perjudiciales” es fundamental en este sentido.
De hecho afirmó que los altos índices de violencia sufridos por las internas obedecen a sus orígenes en entornos de marginalidad y explican la alta incidencia de consumo de drogas, “muchas veces, influidas por sus parejas”.
Si los ciudadanos extranjeros representan el 33% de la población reclusa total, las mujeres extranjeras ascienden al 39%, declaró, pues muchas de ellas son detenidas por tráfico de estupefacientes y “de España no conocen más que Barajas”.
El programa de intervención se desarrollará en grupos de un máximo de 20 mujeres en cárceles de Álava, León, Granada, valencia, Asturias, Alcalá de Guadaira (Sevilla), Puerto de Santa María (Cádiz), Ávila, Valencia y la Comunidad de Madrid, donde participarán tres cárceles y un centro de inserción.
Aunque está pensado para víctimas reclusas, también pueden participar otras presas “vulnerables” y además el manual se colgará en Internet para que puedan acceder a él más profesionales.

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