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Alopecia areata
Alopecia areata

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¿Conoces este tipo de alopecia “sin predominio entre sexos”?

Este tipo de alopecia suele afectar hasta en el 90% de los casos al pelo del cuero cabelludo, aunque también acontece en otras superficies cutáneas.

Los últimos estudios coinciden en que España colidera el ranking de personas con alopecia en el mundo con aproximadamente un 42,6% y solo superado por República Checa. No obstante, pocos conocen las diferentes variantes que pueden sufrir hombres y mujeres en cuanto a pérdida capilar se refiere.

La alopecia areata (AA) consiste en un tipo de caída de pelo no cicatricial de origen autoinmune. Esta variante puede llegar a afectar en el 90% de los casos al cuero cabelludo, aunque puede desarrollarse en otras zonas de la superficie cutánea.

Esta modalidad acontece con mayor frecuencia en niños y en adultos jóvenes de entre la tercera y la cuarta década, aunque puede manifestarse “a cualquier edad” y “sin predominio entre sexos”, explica la Jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, Ana Rita Rodrigues Barata.

Doctora Ana Rita Rodrigues Barata

"Esta afección puede manifestarse a cualquier edad"

  • Ana Rita Rodrigues Barata
Jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Valle del Henares.

En el 30% de los pacientes se les asocia una enfermedad autoinmune. A pesar de ser una patología de afectación cutánea, puede alterar la calidad de vida del paciente. “Se puede producir una repoblación espontánea o con tratamiento, pero ninguna alternativa terapéutica alterna el curso de la enfermedad”, detalla la experta.

Factores causantes

Factores genéticos, inmunitarios o ambientales pueden ser los desencadenantes de la alopecia areata. Los antecedentes familiares son positivos en el 4-28% según diferentes estudios. También hay una creciente evidencia de que en esta patología se produce “un colapso del normal privilegio inmunitario folicular”, indica la doctora.

Sin embargo, se conoce que los “linfocitos T CD8+ y células NK en presencia de señales coestimuladoras, linfocitos TCD4+, células dentríticas y macrófagos, entre otros”, liderarían una respuesta inmunitaria para detener el crecimiento del folículo y la consecuente caída del cabello.

También existen factores que sí podemos controlar. El estrés es uno de los desencadenantes clásicos de la pérdida capilar. Asimismo, situaciones hormonales, infecciosas o pautas concretas de vacunación actuarían como factores desencadenantes en individuos predispuestos.

La alopecia areata se manifiesta clínicamente a través de la aparición repentina de una o más placas o áreas de piel sin cabello, con bordes delimitados. Pese a que puede hacerse notar en cualquier zona con folículos a nivel corporal, lo más frecuente es que afecte al cuero cabelludo, cejas y pestañas. Y, aunque sea una enfermedad fundamentalmente asintomática, puede referirse “prurito, sensación de escozor o tricodinia”, afirma la doctora.

Puede referirse prurito, sensación de escozor o tricodinia

Diagnóstico y tratamiento

La evaluación de esta patología es fundamentalmente clínica, “mediante los hallazgos observados mediante tricoscopia, aunque puntualmente puede ser necesaria la realización de una biopsia cutánea para diferenciar la alopecia areata de otras causas de alopecia”, apunta la experta.

Se recomienda realizar estudios analíticos e inmunológicos, sobre todo para descartar una posible asociación a otros procesos o enfermedades de naturaleza autoinmune. Un correcto diagnóstico es fundamental, puesto que este tipo de alopecia puede confundirse con otras, como la tricotilomanía o el liquen plano pilar, entre otras.

“Se establecen en función de la edad del paciente, la extensión y el tiempo de evolución de la enfermedad”

En cualquier caso, la individualización en las pautas terapéuticas es clave para resolver este problema. Se establecen “en función de la edad del paciente, la extensión, el tiempo de evolución de la enfermedad y otras circunstancias del mismo”. Las posibles soluciones son muy variables, desde tratamientos tópicos en los casos más leves, hasta los tratamientos vía oral e inmunosupresores como los corticoides sistémicos y los inhibidores de la JAK quinasa, en aquellos casos más graves y de enfermedad más extensa.

Al ser tratamientos individualizados, el curso clínico es variable y “se puede reproducir una repoblación espontánea en el 40% de los casos” o una progresión “hacia formas multifocales o totales/universales” en un 7%. A lo largo de la vida es frecuente que el paciente presente varios episodios de la enfermedad, siendo más probable la alopecia total en niños.

REALIZADO POR ALAYANS STUDIO
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