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Se recomienda acudir a consulta en caso de una variación notoria del ritmo de deposición.
Se recomienda acudir a consulta en caso de una variación notoria del ritmo de deposición.

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Estas son las causas y las posibles soluciones a tus problemas de estreñimiento

El abuso del consumo de laxantes o una vida sedentaria son solo algunos de los errores que propician la proliferación del estreñimiento.

Las molestias por estreñimiento son muy comunes tanto en España como en otras partes del mundo, afectando a una parte significativa de la población. Son varios los aspectos que influyen al estreñimiento, como la falta de actividad física, no beber agua suficiente o una dieta baja en fibra, entre otros. Asimismo, otros factores que no están relacionados con el sedentarismo o con la dieta, como sufrir estrés o cambios drásticos en la rutina, también afectan de forma desfavorable al paciente.

“El estreñimiento se puede dar por alteraciones del ritmo intestinal o por patología en el acto defecatorio en la parte baja del sistema digestivo”, explica la Dra. Dolores Sánchez Manzano, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. En estos dos grupos existen muchas patologías, siendo la más recurrente la motilidad intestinal, que está provocada por fármacos. Algunos medicamentos como analgésicos y opiáceos alteran el ritmo intestinal y otros de uso relativamente extendido como el tramadol afectan a la contractilidad del intestino.

“El estreñimiento se puede dar por alteraciones del ritmo intestinal o por patología en el acto defecatorio”

Además de sufrir estreñimientos por el consumo de fármacos, el otro grupo de afectados son los pacientes con patología recto-anal: “Es frecuente que las personas que padecen hemorroides tengan problemas de defecación debido a que la acción defecatoria les causa dolor y realizan inhibición, lo que impide una evacuación adecuada”, señala la especialista Sánchez Manzano.

Primeros pasos para evitarlo

Para evadir problemas de estreñimiento es imprescindible hidratarse adecuadamente y obtener abundante fibra natural. Esta puede encontrarse principalmente en la verdura y en la fruta, alimentos que deben estar presentes en la dieta todos los días. Otros alimentos que ayudan a rebajar o prevenir el estreñimiento son “los cereales, pero los cereales de reabsorción lenta generan meteorismo (gas), que favorece la hinchazón”, indica la doctora, que precisa que “el gas no afecta en principio a la motilidad intestinal, pero puede generar molestias y una sensación de ocupación”.

No obstante, hay que tener especial cuidado con nuestra fuente de fibra. La suplementación de los alimentos con fibra, como por ejemplo las leches con fibra, no ofrece la suficiente cantidad en comparación con el consumo directo de frutas y verduras. En este sentido, los atajos en la alimentación no son efectivos y no supondrían una solución real a los problemas de estreñimiento.

La doctora Dolores Sánchez Manzano, de Quirónsalud.

La especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

  • Dolores Sánchez Manzano
Está comprobado que adoptar un estilo de vida sedentario es contraproducente para evitar el estreñimiento. Para las personas que lo padecen, además de adoptar medidas dietéticas, es muy importante que hagan ejercicio: “La motilidad intestinal aumenta con la actividad física. El que mueve las piernas, mueve el intestino”, apunta.

Otras pautas aconsejables

Una vez que nos empiece a preocupar el ritmo de deposición habitual, lo recomendable es consultarlo con el médico. En ciertas personas sí es habitual que padezcan estreñimiento, lo que indica que es un hecho molesto pero no patológico. En cambio, si en otras se altera de forma relevante la frecuencia de las deposiciones, es más indicado que acudan a consulta, sobre todo si tienen más de 40 años.

En ciertas personas es habitual padecer estreñimiento

Cualquier ritmo de defecación puede ser aceptable si no produce molestias, pero los cambios bruscos o llamativos deben ser consultados con el médico. La clave es la presencia o la ausencia de dolor: “No debemos preocuparnos si tardamos en ir al baño siempre que no cause dolor y no abusar de analgésicos ni laxantes”, afirma la especialista. Se pueden utilizar los enemas de agua o de metil-celulosa, útiles en pacientes con patología recto-anal “que tienen más dificultades en relajar en el esfínter” y en personas con una baja motilidad intestinal.

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