Las aplicaciones de frío intenso en el cuerpo conllevan ventajas sustanciales en la salud de la persona que se somete a ellas. La crioterapia es un tratamiento que produce sensación de bienestar en el paciente liberando endorfinas, consiguiendo un aumento de energía, además de estimular la actividad metabólica y quemar calorías.
Estar sometidos a -110º C puede ayudar a reducir la inflamación y la sensación de dolor asociado a lesiones deportivas. También mejora la apariencia de la piel, alivia el acné o la dermatitis atópica y propicia que el sueño sea más reparador. En Olympia son pioneros en crioterapia a través de su ICE-LAB Pro: “Con esta terapia buscamos una disminución del calor local o una reacción sistémica en todo el organismo”, explica el Dr. Manuel Leyes, jefe del servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de Olympia Quirónsalud.
Esta aplicación puede ser local, en una parte del organismo o general, aplicada al cuerpo entero. Son múltiples las técnicas y métodos empleados para conseguir estas reacciones, adaptándose a los objetivos que busque el paciente. En cualquier caso, el llamado efecto sistémico provoca “la liberación de endorfinas que proporcionan un efecto de bienestar”, indica el especialista.
“La liberación de endorfinas proporciona un efecto de bienestar”
Este tratamiento está indicado para multitud de casos. Puede utilizarse para tratar el dolor asociado a osteoartritis, artritis reumatoide, fibromialgia, migrañas y neuralgia del trigémino. Asimismo, el tratamiento con frío intenso también se recomienda a deportistas con sobrecargas y traumatismos, en situaciones de poscirugías y en la recuperación de lesiones musculares, tendinosas o ligamentosas.
Así es el procedimiento
La exposición del paciente al frío intenso no es inmediata. En la primera y la segunda cámara, la temperatura está a -10º y -60º, y sirven para que el paciente se vaya aclimatando. La tercera, que sí llega hasta los -110º C, será donde el usuario permanezca un máximo de 3 minutos. En definitiva, el ICE-LAB Pro de Olympia recurre a un sistema de aplicación de frío de cuerpo entero por la que el paciente o deportista se expone a tres cambios de temperatura en progresión decreciente.
“Es una sala multihabitáculo de unos 18 metros cuadrados. Consta de tres cámaras con diferentes temperaturas, -10º C y -60º C para aclimatar al cuerpo durante 20 segundos antes de entrar al habitáculo principal que se encuentra a -110º C y que el paciente estará un máximo de 3 minutos”, detalla el Dr. Leyes.
“El paciente estará un máximo de 3 minutos en la sala a -110º C”
Esta exitosa terapia está basada en el principio de ‘estímulo-reacción-adaptación’ del organismo a agentes físicos. Según este experto, además es habitual su utilización para la optimización del rendimiento deportivo, tratamiento de estrés y agotamiento físico tras entrenamientos, entre otras. “Algunos atletas utilizan la crioterapia para acelerar la recuperación muscular después de entrenamientos intensos, ya que la exposición al frío ayuda a reducir la fatiga muscular y mejorar el rendimiento atlético. Después de exponerse a esta terapia, se produce una vasodilatación reactiva que aumenta el flujo sanguíneo hacia la zona tratada, lo que puede mejorar el suministro de nutrientes y oxígeno, ayudando a la recuperación muscular”, afirma el especialista.
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