EN COLABORACIÓN CON QUIRÓNSALUD
El equipo de protonterapia de Quirónsalud ya está adaptado para evolucionar hacia esta técnica.
El equipo de protonterapia de Quirónsalud ya está adaptado para evolucionar hacia esta técnica.

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Así es el nuevo tratamiento de protonterapia contra el cáncer que podría llegar en unos años

La terapia FLASH es una potencial alternativa oncológica que podría optimizar la tolerancia de irradiaciones que duran menos de un segundo y reducir los efectos secundarios.

La terapia FLASH de protones puede convertirse en un tratamiento prometedor contra tumores difíciles de eliminar. Según sugieren estudios preclínicos, un primer estudio en humanos de tumores superficiales y un primer estudio con cáncer de hueso, esta alternativa oncológica podría ser un "tratamiento potencial" que reduciría los efectos secundarios de la radiación.

La terapia FLASH administra dosis de radiación con intensidades que son más de 300 veces más altas que las convencionales y, por lo tanto, se entregan en una fracción de segundo. Una técnica que, como concluye la citada investigación, reduce el daño que puede ocurrir al tejido normal que rodea un tumor durante la radioterapia convencional, al mismo tiempo que destruye las células cancerosas en el sitio del tumor.

Debido a que la radioterapia FLASH se administra a tasas de dosis ultra altas, parece causar menos lesiones en los tejidos normales. Esto ofrece la posibilidad de administrar dosis más grandes de radiación, lo que podría resultar en tasas de curación más altas para pacientes con tumores resistentes, sin aumentar los efectos secundarios. Estas son las bases desarrolladas en el Instituto Curie de París, con las que se realizaron los primeros estudios clínicos en Suiza (con electrones) y, recientemente, en Cincinnati (Estados Unidos), presentados en la Sociedad Estadounidense de Oncología Radioterápica (ASTRO).

"Este tipo de tratamiento puede mejorar significativamente la tolerancia a altas dosis de irradiación, permitiendo además reducir el tiempo de tratamiento de varias semanas a uno o pocos días, para comodidad del paciente y con una rebaja significativa en el costo del mismo", añade por su parte el Dr. Alejandro Mazal, jefe del Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud.

Las dosis ultra altas de radioterapia FLASH parecen causar menos lesiones en los tejidos normales

Al comparar esta técnica con la radioterapia convencional, ambos profesionales puntualizan que "lo interesante" de esta tecnología innovadora es que "existe un efecto diferencial entre tejidos sanos, que resultan protegidos, y tejidos tumorales, que no pueden beneficiarse de dicho efecto protector".

Sobre el tipo de pacientes que podrían beneficiarse en un futuro de la terapia FLASH, el Dr. Mazal informa de que, al principio, se incluirían los tumores superficiales (linfomas cutáneos), metástasis óseas y melanomas. "En una primera fase, se beneficiarían aquellos tratamientos que actualmente ya se realizan en pocas fracciones a altas dosis, para no cambiar demasiadas variables simultáneamente", explica el especialista, quien indica que más adelante también podrían sumarse a la lista varios tipos de tumores (desde pulmón a cerebro, mama y próstata). "Actualmente, se realizan ensayos destinados a evaluar la reducción de fibrosis pulmonar, neuroinflamación o problemas vasculares, así como la regeneración de criptas intestinales, entre otros", determina.

En cuanto a su aplicación entre la población pediátrica, como se avanzó en el tercer congreso FLASH Radiotherapy and Particle Therapy que se celebró en Barcelona del 30 de noviembre al 2 de diciembre, reconoce que todavía es "muy pronto" para opinar al respecto pero anuncia que, a día de hoy, se realizan los primeros estudios preclínicos con ciertos tumores pediátricos, como el meduloblastoma. 

¿Cómo funciona la terapia FLASH?

Cada tratamiento FLASH tarda alrededor de 3/10 de segundo y "consiste en una irradiación de muy alta intensidad, de tal forma que la dosis necesaria de radiación se administre en una sola o pocas sesiones de menos de un segundo cada una, en lugar de muchas sesiones de algunos minutos cada una", concreta el Dr. Raymond Miralbell, director médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud, quien insiste en que esta alternativa oncológica "produce efectos biológicos todavía en curso de investigación".

Pese a que todavía hay que esperar un tiempo para llevar esta técnica a la práctica, el equipo de protonterapia de Quirónsalud ya está adaptado para evolucionar a las radiaciones de muy alta intensidad. "Aunque primero hay que avanzar un poco más en el conocimiento detallado del fenómeno, es cierto que nuestra instalación tiene las características de base necesarias para producir FLASH en investigación", declara el experto. De hecho, informan de que ya han llevado a cabo algunos estudios en el centro pero aún necesitan ciertas modificaciones ser "clínicamente operativos". Un procedimiento que, como matizan, "llevará su tiempo, como mínimo 2 o 3 años".  

Máquina de protonterapia de Quirónsalud, primer grupo en llevar a cabo este tratamiento en España.
Máquina de protonterapia de Quirónsalud, primer grupo en llevar a cabo este tratamiento en España.
QUIRÓNSALUD

Avances en el tratamiento contra el cáncer

Mientras, cabe recordar que Quirónsalud fue el grupo hospitalario que trató al primer paciente en España con terapia de protones en el año 2019, un equipo oncológico que también ha supuesto un claro avance para el tratamiento del cáncer. Un hito que para el grupo ha significado "un orgullo y una demostración de cómo puede hacerse realidad una visión que, en su momento, hubiese podido parecer una utopía".

"Supuso obviamente un gran esfuerzo de todo tipo: económico, humano, estratégico… pero con resultados que se van consolidando progresivamente", celebra el Dr. Mazal, quien advierte de que para los pacientes constituye "un avance en pasos gigantes". "Para aquellos casos que ya se enviaban a centros existentes en el extranjero, como en Pediatría, significó una accesibilidad mucho más simple y para el resto de los casos, un verdadero cambio cultural", ejemplifica. "Los profesionales disponen ahora de una herramienta con la que pueden ofrecer a sus pacientes una oportunidad de tener una mejor calidad de vida", agrega el Dr. Mirabell que, no obstante, aclara que esta técnica de vanguardia "se limita a casos precisos", elegidos a partir de un estudio previo.

La misma situación se repite con los ensayos clínicos con terapia FLASH, ya que ésta no puede autorizarse hasta que los estudios demuestren que la radiación de tasa de dosis ultra alta es segura y efectiva. Sin embargo, las investigaciones realizadas hasta ahora muestran que esta radioterapia más corta y rápida permitiría reducir los efectos secundarios, ya que no se ha observado ninguna toxicidad adicional inesperada con respecto a la convencional.

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