31-27. El Atlético sufre una "dulce" derrota

  • El Atlético de Madrid no encontró premio al excelente partido que protagonizó en el Sparkassen Arena, donde el conjunto rojiblanco cayó por 31-27 ante el todopoderoso Kiel alemán, en un duelo en el que los de Dujshebaev lograron algo más importante que los dos puntos en juego, recuperar su esencia.

Javier Villanueva

Redacción deportes, 2 dic.- El Atlético de Madrid no encontró premio al excelente partido que protagonizó en el Sparkassen Arena, donde el conjunto rojiblanco cayó por 31-27 ante el todopoderoso Kiel alemán, en un duelo en el que los de Dujshebaev lograron algo más importante que los dos puntos en juego, recuperar su esencia.

Cuando nadie lo esperaba, cuando las rotaciones hacían pensar que el único objetivo posible era evitar una sonrojante derrota en el "Infierno del Norte", el equipo madrileño se reencontró con los valores que le ha permitido ser el único capaz de repetir presencia en las tres ediciones de la Final a Cuatro.

Solidaridad, compromiso y un espíritu ganador, que permitieron al Atlético de Madrid llegar con vida (26-26) hasta los últimos minutos de un encuentro, en el que las ausencias, todas ellas por decisión técnica, de Aginagalde, Balic, Lazarov y Kallman hacían presagiar una fácil victoria de un Kiel, que llegaba lanzado a la cita.

Pero a falta de nombre, el Atlético tiró de orgullo y carácter para dotar a su juego de la solidez de la que había carecido desde el inicio de la temporada, especialmente en defensa, donde, hoy sí, el muro compuesto por Cañellas, Romero, Gojun y Jurkiewicz funcionó a la perfección.

Un intensísimo trabajo defensivo, perfectamente respaldado por el portero noruego Magnus Dahl, que permitió al conjunto rojiblanco, para pasmo del abarrotado Sparkassen Arena, situarse a los once minutos de juego con una ventaja de tres goles (3-6) en el marcador.

Diferencia, que obligó al técnico local Alfred Gislason a solicitar con urgencia un tiempo muerto, que pareció espabilar definitivamente al campeón de Europa, que liderado por un excepcional Filip Jicha, apenas tardó cinco minutos en dar la vuelta (7-6) al tanteador.

Remontada que parecía poner fin a la aventura atlética en Kiel, aunque nada más lejos de la realidad, pues lo de Dujshebaev no estaban dispuestos a rendirse, ni mucho menos a resignarse a una goleada, aferrándose a un carácter irreductible, que personificó como nadie el juvenil Miguel Sánchez.

El jovencísimo jugador atlético, de tan sólo 17 años, no sólo se fajó en defensa con figuras de la talla de Marko Vujim, sino que se atrevió, pese a los dos balones que le sacó el meta Anders Palicka, a buscar cada vez que tuvo ocasión la meta rival, hasta batir hasta en tres ocasiones la portería rival.

Un arrojo que exhibió todo el equipo madrileño, como evidenció el hecho de que hasta diez jugadores de campo anotasen en la primera mitad, a la que se llegó con un inesperado y esperanzador empate (15-15) para los de Dujshebaev.

Pero no sólo de carácter vivió el Atlético, que también protagonizó uno de sus partidos más serios del curso en ataque, donde brilló por encima de cualquiera, el lateral danés Nikolaj Markussen.

El "cañonero" nórdico evidenció en Alemania la fulgurante e imparable progresión que vive semana a semana, pues hace apenas seis meses, los durísimos defensores germanos intimidaron hasta hacer intrascendente el concurso de Markussen en la final de la Liga de Campeones protagonizada por ambos equipos.

Hoy, el internacional danés se vengó de cada uno de los golpes del conjunto alemán, con goles y más goles, hasta sumar un total de ocho, que permitieron al Atlético llegar con el marcador igualado (26-26) a diez minutos del final.

Un tiempo en el que Dujshebaev, tras superar una doble exclusión de Jakov Gojun y Miguel Sánchez, que acabó con la renta de dos goles (22-24) de la que llegó a gozar el Atlético en la segunda mitad, pareció convencido de las posibilidades de su equipo de asaltar el "templo" del balonmano alemán.

"Ya hemos pasado lo peor", aseguró el preparador rojiblanco a sus pupilos, pero se equivocó Dujshebaev, que no contó con el impresionante final del portero local Anders Palicka y, sobre todo, del checo Filip Jicha.

Un Jicha, que motivado, quizá, por su nominación a mejor jugador del año, un galardón al que también opta el pivote atlético Julen Aginagalde, hoy ausente, demostró su mejor versión, para cerrar el choque con unos estratosféricos trece goles, que acabaron con cualquier opción de victoria (31-27) del Atlético.

Ficha técnica:

31 - Kiel: Palicka; Ekberg (3), Vujin (3), Narcisse (2), Jicha (13, 2p), Klein (1) y Ahlm (1) -equipo inicial- Omeyer (ps), Moritz (ps), Toft Hansen (-), Sigurdsson (-), Sprenger (3), Wiencek (3), Dahmke (-), Zeitz (2) e Ilic (-)

27 - Atlético de Madrid: Dahl; Roberto García (1), Cañellas (4, 2p), Romero (1), Gojun (1), Jurkiewicz (2) y Davis (2) -equipo inicial- Antonio Díez (ps), Miguel Sánchez (3), Edu Fernández (1), Ferrer (-), Markussen (8), Barachet (3) y Masachs (1)

Marcador cada cinco minutos: 2-3, 3-5, 7-6, 10-10, 13-13 y 15-15 (Descanso) 16-17, 19-19, 22-22, 26-26, 28-26 y 31-27 (Final)

Árbitros: Cacador y Nicolau (POR). Excluyeron por dos minutos a Zeitz (2) por el Kiel; y a Edu Fernández, Davis, Gojun y Miguel Sánchez por el Atlético de Madrid.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la séptima jornada del grupo B de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el Sparkassen Arena de Kiel (Alemania) ante unos 10.000 espectadores.

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