Valladolid.- El Blancos de Rueda consiguió superar la ansiedad, que le lastró durante una gran parte del partido, para lograr un trascendental triunfo ante un Gran Canaria muy intenso y soñar, más que nunca, con poder disputar la Copa del Rey.
Gracias a la mayor efectividad en los lanzamientos del Gran Canaria, lograron un 4-10 que los vallisoletanos recortarían de forma inmediata (9-10) a través de Van Lacke, reacción que obtendría continuidad merced al incremento en la presión defensiva, para dar la vuelta al marcador (17-14) al finalizar el primer cuarto.
El Blancos de Rueda comenzó a perdonar muchas ocasiones, lo que aprovechó el equipo de Pedro Martínez para hacer valer su acierto en el tiro exterior y el mayor poderío físico en el juego interior y lograr así cambiar el rumbo del partido (24-26).
El técnico local, Porfi Fisac, solicitó un tiempo muerto para reorganizar el juego de su equipo, que no acababa de encontrar el orden y organización acostumbrados, pero la falta de dirección en el Blancos de Rueda les pasó factura y los canarios, crecidos, gracias a su mayor eficacia, su capacidad reboteadora y regularidad, lograron una renta de seis puntos antes del descanso (30-36).
Tras la reanudación, la presión de los locales se contagió al rival, que sufrió una pájara importante y se dejó arrastrar por el juego caótico, lo que dio alas a un Blancos de Rueda que supo hacer valer su mejor defensa para volver a coger las riendas en el electrónico (41-40).
Pedro Martínez pidió un receso para introducir un poco de templanza a sus pupilos que les permitiera aguantar el arreón local, lo que se tradujo en una mejora en el tiro exterior, que propició una nueva ventaja para los canarios (50-52), forjada en los últimos compases del tercer cuarto.
El último tiempo se convirtió en una lucha sin cuartel, con un juego de poder a poder en el que un inspirado Diego García intentó contrarrestar el acierto exterior de los canarios que, a falta de cinco minutos, conseguían superar a los vallisoletanos (62-65) gracias a la efectividad de jugadores como Bramos y Carroll.
Los locales nadaban contracorriente, intentando hacer frente tanto al rival como a sus propios errores, lo que lograron a base de insistencia y coraje, pasando del 62-68 al 71-70, a falta de 43 segundos para la conclusión y, en una final agónica, supieron olvidar la ansiedad para lograr una importantísima victoria (73-70).
Ficha técnica:
73- Blancos de Rueda (17+13+20+23): Dumas (-), Van Lacke (16), Robinson (8), Báez (6), Slaughter (10) -cinco inicial-, Stanic (12), Diego García (13), Martín (4), Isaac López (-) y Barnes (4).
70- Gran Canaria 2014 (14+22+16+18): Green (8), Bramos (12), Carroll (18), Savané (9), Wallace (6) - cinco inicial-, Bellas (-), Rey (9), Beirán (3), Nelson (3) y Moran (2).
Árbitros: García González, Murgui y Rial. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimocuarta jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 3.310 espectadores.
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