A veces el deporte no consiste en ganar, sino en superarse a uno mismo. Esta frase representa la hazaña personal de Shelby Erdahl. La deportista americana competía en la final de los 400 metros vallas de unos campeonatos universitarios, y a pesar de romperse el tendón de Aquiles tras superar la segunda valla, decidió continuar sobreponiéndose al dolor extremo. Todo para conseguir un punto para su universidad.
Tras los dos primeros obstáculos, Shelby ya se había roto el tendón de Aquiles de su pie izquierdo. Le faltaba más de la mitad de la prueba por competir, pero decidió seguir.
Cojeando, llorando y gritando de dolor, pero espoelada por los aplausos de los presentes en la pista, Shelby fue capaz de llegar a la meta, donde lloraba desconsoladamente tras caer en los brazos de su entrenador.
Toda una hazaña personal que se ha convertido en viral en las redes sociales, y no es para menos.
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