El Barcelona se proclama campeón de la Copa del Rey con un Messi celestial

  • Los de Luis Enrique ganan 3-1 al Alavés con goles del argentino, Neymar y Alcácer. Theo Hernández igualó momentáneamente la final en el minuto 33 con un soberbio libre directo.

    Messi ha cerrado su temporada con el Barça con otro Pichichi en su infinito palmarés: ha sido el máximo goleador de la Copa del Rey 2016-17, al alcanzar al sevillista Ben Yedder.

Barcelona, campeón de la Copa del Rey.
Barcelona, campeón de la Copa del Rey.
L.I.

El Barcelona F.C. se ha proclamado campeón de la Copa del Rey, al derrotar este sábado por 3-1 al Alavés en el estadio Vicente Calderón. Éste ha sido el último partido de fútbol disputado en el mítico escenario del Manzanares. En el once catalán, Luis Enrique había decidido incluir desde el comienzo a Mascherano y Alcácer. El primero se lesionó a los 7 minutos de comenzado el duelo, y el segundo fue uno de los grandes protagonistas de la noche, al marcar el tercer gol de los azulgranas para consumar la victoria. Los autores de las otras dos conquistas fueron Messi y Neymar.

El delantero argentino, una vez más, ha sido el hombre clave de la noche. Además de marcar un impresionante gol en el minuto 30, ha cerrado su temporada con el Barça con otro Pichichi en su infinito palmarés: ha sido el máximo goleador de la Copa del Rey 2016-17 gracias a su diana. Lio alcanzó los cinco del sevillista Ben Yedder y es el máximo goleador del torneo por cuarta vez en su carrera, tras llevarse el de Liga.

El Alavés, por su parte, nunca en su historia había alcanzado una final de Copa del Rey, y más de 25.000 vitorianos lo han apoyado con total entrega en las gradas del Calderón, aunque sus jugadores no pudieron consumar la gesta histórica que soñaban, ante un rival evidentemente superior y más poderoso a lo largo de los 90 minutos. El Barça, por su parte, ha consolidado aún más su condición de Rey de Copa, ya que es el club más ganador de este trofeo. Suma 29 títulos.  El cierre de la era Luis Enrique

Pérdida la Liga y eliminado en cuartos de la Liga de Campeones esta temporada, la tercera Copa seguida del equipo azulgrana cierra la era Luis Enrique con un título más, un consuelo para un conjunto sin ningún trofeo en las dos grandes competiciones de este curso, lejos de los objetivos que se exige siempre en cada nuevo proyecto.

En un estadio que no se llenó, la despedida en partido oficial de medio siglo y catorce finales del torneo del Vicente Calderón, el Barça cumplió con los pronósticos frente al Alavés, que dio la cara, que terminó el año de su regreso a Primera con la cabeza alta, con el dolor de la derrota.

Hubo partido hasta los últimos instantes del primer tiempo. Hasta ahí resistió el Alavés, hasta ahí no lo vio tan claro el Barcelona, pero después sí, con el 3-1 con el que llegó al descanso, lanzado por sus dos hombres más desbordantes, por su eficacia imponente y por un talento que casi siempre sale ganador: Lionel Messi y Neymar.

Entre los dos surgió el 1-0 a la media hora. No había tenido casi ocasiones hasta entonces el Barcelona, sólo un cabezazo desviado de Jordi Alba y un toque fortuito de Paco Alcácer que repelió Pacheco; le había contenido con rigor táctico, solidaridad e ímpetu en cada balón el Alavés, incluso con un disparo de Ibai Gómez al poste y varios trepidantes contragolpes, hasta que irrumpió de verdad Messi.

Mientras este Barça, como colectivo, anda lejos del que dominaba sí o sí cada aspecto del juego, su estrella sigue a lo suyo. En cuanto agarró la pelota, en cuanto conectó, en cuanto se descolgó entre líneas, tembló su oponente, por detrás en el marcador con una parábola de zurda del argentino inalcanzable para cualquiera.

No hubo respuesta posible entonces, ni para todos los defensas ni para Pacheco, pero sí dos minutos después en el otro área, porque el Alavés dispone de futbolistas que apuntan altísimo, como Theo Hernández. Pronto en el Real Madrid, antes de ese salto marcó el 1-1 con un zurdazo de falta directa. Tuvo mérito su tiro; tanto, quizá, como demérito Cillesen, porque iba a su palo y venía desde lejos.Contratiempos para el Barça

Un contratiempo para el Barça, como lo había sido la lesión de Mascherano, con un golpe en la cabeza con sólo siete minutos jugados y reemplazado en el lateral derecho por André Gomes, pero del que salió, previo susto en un testarazo de Deyverson, ya definitivamente rumbo a la victoria con el 2-1, iniciado y culminado por Neymar.

Protestó el Alavés la posición del brasileño en el remate final, al borde del cierre del primer tiempo, en el que aún hubo tiempo para otra genialidad de Messi, una más de las miles que ha ofrecido en su carrera. Su jugada y, sobre todo, su pase al desmarque de Paco Alcácer, que batió a Pacheco, zanjaron la final, ya sin matices.

Porque la gesta ya fue imposible para el equipo vitoriano, que dio un paso al frente, que siempre compitió, que nunca renunció a lo imprevisible y que incluso amagó unas cuantas veces con el 3-2 a ratos en la segunda parte, en la que reapareció el barcelonista Aleix Vidal siete meses después de su lesión en los últimos minutos.

Salió en el 83, cuando ya era prácticamente campeón el Barcelona, un equipo hoy por hoy irregular, pero lleno de talento. Y con Messi, el futbolista más decisivo del mundo; este sábado una vez más, para liderar el enésimo título del club azulgrana en los últimos tiempos y aliviar, a la vez, una temporada por debajo de las expectativas.

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