El último derbi de Dinamarca será recordado como uno de los más sucios de la historia. Con el Copenhague ganando por 1-0 a falta de cinco minutos para el final, los fans del Brondby lanzaron ratas muertas al futbolista rival Ludwig Augustinsson cuando se disponía a lanzar un córner.
El futbolista dio una patada a una de las ratas para alejarla y un guardia de seguridad tuvo que coger una de ellas por la cola para sacarla del terreno de juego.
A pesar del rocambolesco momento, el Copenhague pudo festejar la victoria ya que consiguió mantener el 1-0 en el marcador.
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