El presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos, Scott Blackmun, ha anunciado que tomará medidas adicionales con Ryan Lochte y los otros tres nadadores que provocaron altercados en una noche de fiesta en Río, durante los Juegos Olímpicos, y ha afirmado que han defraudado tanto a otros atletas, como a sus compatriotas y a los brasileños.
"Defraudaron a los demás atletas, a los americanos y a nuestros anfitriones en Río. Vamos a tomar más medidas en cuanto volvamos a Estados Unidos", explicó Blackmun, destacando la gravedad del caso y señalando que el Comité Olímpico estadounidense no se va a quedar de brazos cruzados.
El nadador norteamericano, ganador del relevo 4x200 libre, y sus compañeros de equipo Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen, están acusados de haber fingido ante la policía un asalto realizado por hombres armados.
Las cámaras de seguridad de una gasolinera y una investigación de las autoridades brasileñas mostraron que los nadadores destrozaron un baño de la estación de servicio y entregaron dinero a guardias de seguridad armados que les habían impedido marcharse.
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