En Kinshasa, "Mohamed Alí nos hechizó"

"Pasamos toda nuestra juventud con Mohamed Alí, fue nuestro modelo". En Kinshasa, Martino Kavuala recuerda con nostalgia al "campeón de todos los tiempos", que había enardecido el corazón de los congoleños en su "pelea del siglo" contra George Foreman en 1974.

"En nuestra época, cuando eras joven y no boxeabas, no eras de verdad un joven, no tenías un lugar en la sociedad", cuenta este ex boxeador aficionado de 63 años.

Alí, que falleció el viernes a los 74 años, "tenía un estilo particular, y cuando estaba en el cuadrilátero, veías su baile con los pies, eso nos hechizó", añade.

Kavuala recuerda la época en la que Mohamed Alí era aún Cassius Clay. "Tenía 14 o 15 años" y Alí "causaba furor", explica.

A finales de la década de 1960, en Kinshasa, los adolescentes y los jóvenes "éramos como perros rabiosos, nadie podía acercarse a nosotros", recuerda Kavuala, entre risas. "Íbamos en grupo, de barrio en barrio, para ir a buscar a una chica en otro barrio, allí uno tenía que saber cómo defenderse".

"Todos los hombres tenían que aprender a defenderse, y Mohamed Alí era nuestro modelo". En Kinshasa, "había una multitud de boxeadores", recuerda este sexagenario.

"Aparte del fútbol, el boxeo era el deporte favorito" y "como toda Kinshasa admiraba a Mohamed Alí", el "presidente-mariscal" Mobutu (que gobernó el país de 1965 a 1997) "pensó que sería una buena idea que se celebrara aquí el combate del siglo: Mohamed Alí contra George Foreman".

Ese combate conocido como "Rumble in the Jungle" (Pelea en la jungla) del 30 de octubre de 1974, que contribuyó a construir la leyenda de Mohamed Alí, Timba Kabwe "Bougnol" lo vio de cerca.

Hoy, de 65 años, y con una larga carrera de boxeador y de entrenador detrás de él, Kabwe ya había fundado el club de boxeo de Gombe, en el norte de la capital congoleña, cuando Mohamed Alí pisó Kinshasa.

Fue uno de los muchos "asistentes" que acompañaron al estadounidense durante las semanas que pasó en el entonces Zaire (hoy República Democrática del Congo) antes del duelo que marcó su regreso a la escena internacional.

Cuenta que vio el combate a apenas unos metros del cuadrilátero, en el estadio Tata-Rafaël (llamado entonces estadio del 20 de mayo).

"Foreman era mucho más fuerte", pero en el octavo asalto, cuando 'Alí percibió que su oponente estaba cansado, le dio dos golpes en la cara, aquí y allá ", relata, tocando su mentón y su cabeza. "Foreman se dio la vuelta y se derrumbó".

Kavuala vio la pelea por televisión, "en la escuela de aviación de Kamina, en Katanga", en el sureste del país.

"Tuvimos mucho miedo. Si Mohamed Alí hubiera perdido aquí, hubiera sido un día de duelo para Zaire y toda África", afirma.

"Inmediatamente después de la pelea", que comenzó en medio de la noche para ser transmitida en vivo a una hora con gran audiencia en Estados Unidos, "comenzó a llover, todo estaba mojado", cuenta "Bougnol".

"Parecía una lluvia de bendición", añade Kavuala.

Ambos tienen la impresión de ser los guardianes de una historia ahora olvidada en el país.

"Con la muerte de Mohamed Alí, enterramos una parte de nuestra historia", lamenta Kavuala.

Kabwe recuerda la "suite presidencial" en la que se hospedó Alí, en el octavo piso del hotel Intercontinental. El hotel cambió de nombre, y la joven recepcionista admite que nunca ha oído hablar del boxeador.

Mostrar comentarios