Ambos pilotos disfrutaron de una jornada diferentes, rodeados de científicos e investigadores, y se atrevieron a cambiar sus monos por las batas blancas de investigador para experimentar con algunos de los elementos de tecnología en los que más se trabaja en la fábrica de Honda en Saitama (Japón) y en el Centro de Tecnología Repsol como, entre otros, la aerodinámica, viscosidad del lubricante y su efecto en el motor, combustión de la gasolina y densidades de líquidos y sólidos.
De esta forma, el de Cervera y el de Castellar del Vallés han comprendido mejor hasta qué punto interviene la ciencia y la tecnología en esta competición y han conocido de primera mano algunos aspectos fundamentales de la moto, los combustibles y los lubricantes que usan en entrenamientos y carreras, informó el equipo Repsol Honda.
Así, comprobaron como si en la moto de Toni Bou se busca la respuesta explosiva desde el ralentí, en sus Honda necesitan una gasolina orientada a obtener máximas prestaciones con el menor consumo. En este sentido, la reglamentación de este año obliga a los expertos del Centro de Tecnología Repsol a buscar nuevas fórmulas para obtener el máximo rendimiento al motor, sabiendo que la capacidad máxima del depósito ha aumentado un litro, pasando a 22, y que se podrán utilizar un máximo de siete motores durante toda la temporada.
Además, durante la jornada Márquez y Pedrosa también visitaron la unidad de producción de la gasolina de competición, desde donde ya ha salido el carburante rumbo a Catar para el primer Gran Premio de 2016 y se almacena el que se destinará a los otros 17.
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