Si hubiera una forma de medir la fidelidad a un equipo, el ejemplo de Peter Bornegrim estaría en el pico más alto. Este aficionado sueco del Gefle IF se ha dado a conocer en todo su país, y en gran parte del resto del mundo, por ser el único que acompañó a su equipo a un partido fuera de casa.
El Gefle llevaba cuatro meses sin ganar y va penúltimo en la clasificación de la primera división de Suecia, por lo que viajar a una ciudad a 600 kilómetros para volver a verlo perder no entraba en los planes de la hinchada. Sin embargo, Peter Bornegrim cogió su coche y acompañó a su equipo hasta Kalmar.
Siguió el partido él solo en la grada habilitada para la afición visitante y quién sabe si su apoyo ayudó al Gefle a ganar el partido por 0-1. Los jugadores se lo agradecieron celebrando el triunfo con él realizando una bonito coreografía.Un mercoledì da leoni! I giocatori del Gefle festeggiano la vittoria con l'unico sostenitore che era presente nella trasferta a Kalmar pic.twitter.com/kZpgMW6W5z— Andrea Poma (@andpom147) 27 de octubre de 2016
A Peter Bornegrim le sorprendió todo este revuelo ya que "me había quedado sin batería en el teléfono y luego vi que la imagen se extendió por todas partes, afirmó al diario local 'Arbetarbladet'
"Vi que el Gefle jugaba a unas horas de nuestra ciudad, así que me fui a ver el partido pensando que quizás sería el único aficionado que iría a animarle. No sé si me vieron al acabar el partido o se dieron cuenta antes de que les estaba animando, pero fue bonita la celebración final".
Su único motivación para ver el partido fue "mostrar a los chicos que tenían al menos a una persona apoyando, que hay alguien que se preocupa por ellos", finalizó orgulloso el aficionado sueco.
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