Primer congreso de Infantino un año después del comienzo de la crisis de la FIFA

Dos meses después de ganar las elecciones a la presidencia de la FIFA, Gianni Infantino dirigirá desde el viernes en México el 66º congreso de la organización, que girará en torno a las reformas adoptadas como respuesta a la grave crisis que sacudió a la máxima instancia del fútbol hace un año.

"Las cosas se calman en la FIFA", aseguró Fernando Sarney, miembro brasileño del consejo.

"La corrupción y la malversación no son asunto nuestro. Lo dejamos en manos de la policía y esperamos a ver qué pasa", añadió el vicepresidente de la Federación Brasileña, que cuenta con varios miembros antiguos y actuales perseguidos por la justicia estadounidense por cargos de corrupción.

Casi un año después de las detenciones en Zúrich de varios altos mandos del fútbol mundial en el mayor escándalo de corrupción de la historia de la FIFA, y que está siendo juzgado en Nueva York, Gianni Infantino, que sucedió a finales de febrero al suspendido y perseguido por la justicia suiza Joseph Blatter, quiere pasar la página de los asuntos judiciales.

Infantino estuvo presente brevemente este jueves en el Congreso de la Concacaf (América del Norte, Central y el Caribe), que también delibera en México, donde llamó a dar vuelta la página en ese organismo y en la FIFA.

"La Concacaf ha pasado por tiempos difíciles, igual que la FIFA. Tenemos que darle vuelta a la página", dijo Infantino en su mensaje de este jueves a los 41 representantes de la Confederación reunidos en un hotel de la Ciudad de México.

En su Congreso, que se celebra este jueves, un día antes que el de la FIFA, la Concacaf eligió como nuevo presidente al canadiense Victor Montagliani, tras el escándalo de corrupción que golpeó con fuerza a la confederación de esa región de las Américas.

El congreso de la FIFA debe ratificar la aplicación el viernes de las reformas de gobierno (límite de los mandatos, transparencia en los sueldos, reequilibrio de los poderes del ejecutivo) y la modificación de los estatutos votados el pasado 26 de febrero.

Pero "la nueva FIFA" que promete el exsecretario general de la UEFA está tardando en llegar.

De entre las reformas figura la nueva relevancia que toma el secretario general como auténtico contrapeso del presidente. E Infantino no parece apresurado por nombrar a su número 2, para, según un buen conocedor de la FIFA, "protegerse de la pérdida de poder y de influencia marcada por los nuevos estatutos desde que un nuevo secretario general sea designado".

Prometida por el nuevo presidente para este verano boreal, esta nominación podría, según algunas fuentes, ocurrir más bien en otoño, en la próxima reunión del consejo (13 y 14 de octubre).

Y es que ninguna reunión extraordinaria del consejo está prevista hasta entonces, dejó entrever el martes Wolfgang Niersbach, miembro alemán del órgano de dirección.

De momento no circula ningún nombre que pueda sustituir al francés Jérôme Valcke, despedido y suspendido posteriormente 12 años por una trama de reventa de entradas para el Mundial de Brasil.

Así que, de momento, es el alemán Markus Kattner, viva imagen de la antigua FIFA, de la que forma parte desde 2003, el que sigue ocupando el cargo de forma interina.

Kattner también hará un balance el viernes del estado financiero del organismo y someterá a voto del congreso el presupuesto revisado para el tramo 2015/2018.

A pesar de un ejercicio 2015 deficitario en 107 millones de euros (primeras pérdidas desde 2002), un retraso importante sobre las previsiones y las promesas electorales onerosas de Infantino, la FIFA revisó al alza sus objetivos de beneficios para el ciclo 2015-2018 en 4.900 millones de euros.

Y es que en su programa electoral, Infantino prometió aumentar en 453 millones de euros la ayuda al desarrollo (dado a federaciones y confederaciones), que pasará de 789 millones en cuatro años a 1.240 millones.

Para algunos, en el contexto actual, este objetivo financiero será difícil de llevar a cabo sin tocar las enormes reservas de la FIFA, estimadas en 1.300 millones.

El congreso se pronunciará igualmente el viernes acerca de la admisión de Kosovo, recientemente ingresado en la UEFA pese a la oposición de varios países, entre ellos Serbia.

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