El líder del Mundial de Fórmula 1 estuvo al volante de un Mercedes W06, modificado para simular las mayores cargas aerodinámicas de los coches del año próximo, según explicó la escudería alemana. Sin embargo, las bajas temperaturas dificultaron el trabajo de la jornada, así como la obtención de datos representativos de los compuestos.
Rosberg completó 60 vueltas: 46 por la mañana, con el asfalto seco, y 14 por la tarde, bajo la lluvia. El test estuvo centrado en los neumáticos lisos por la mañana y, dadas las circunstancias, los de lluvia por la tarde, en ambos casos con las dimensiones del 2017, tanto los lisos como los que utilizó para las precipitaciones.
Mercedes finalizará este jueves con sus dos jornadas de pruebas, mientras que el siguiente equipo en probar dentro del programa de tests de 2017 será Red Bull, del 14 al 16 de octubre en Abu Dabi, en un test de neumáticos lisos.
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