Joe Torre, vicepresidente ejecutivo de operaciones de las Mayores, y el exjugador y asesor del sindicato de jugadores Dave Winfield serán los principales directivos de una delegación de buena voluntad de las Grandes Ligas en esta visita a Cuba.
La comitiva de béisbol viajará a la isla caribeña del 15 al 18 de diciembre, para realizar una clínica deportiva para niños y varios eventos benéficos.
De los tres cubanos, Ramírez fue el único que salió de Cuba por vía legal, ya que se casó con una dominicana en el 2007.
Posteriormente, el torpedero cubano firmó un contrato de cuatro años con los 'patiblancos', quedando ahora como agente libre.
En tanto, el jardinero Puig desertó de Cuba en 2011 y el inicialista Abreu en 2013, y ambos no han podido regresar a su país natal desde entonces.
Abreu, quien firmó un contrato de seis años y 68 millones de dólares con los Medias Blancas, tiene un hijo de cinco años a quien no ha visto desde su deserción.
Por su parte, Puig representará a los Dodgers en la gira junto con su compañero el estelar lanzador Clayton Kershaw, según notificó el nuevo mánager del equipo angelino, Dave Roberts, que sustituyó a Don Mattingly, este último ahora capataz de los Marlins de Miami.
Las Grandes Ligas recibió garantías del gobierno cubano de que los peloteros desertores podrán ser parte de la gira.
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