Bucarest, 26 oct.- El presidente de la Federación Rumana de Fútbol (FRF), Mircea Sandu, y su homólogo de la Liga Profesional (LPF), Dumitru Dragomir, en el cargo desde 1990 y 1996 respectivamente, han sido acusados de abuso de poder por la Fiscalía, informa hoy la prensa local.
Sandu, Dragomir y otros ocho dirigentes de la FRF podrían enfrentarse a penas de cárcel de 15 años por la expulsión de la competición el pasado julio del histórico equipo Universidad de Craiova, por haber emprendido acciones legales contra su antiguo director deportivo, el hoy seleccionador nacional Victor Piturca.
Según los fiscales, la decisión se tomó según una disposición del reglamento que no estaba en vigor y la medida se aplicó de forma inmediata pese a ser provisional, violando el derecho a la apelación del Craiova.
Los periódicos rumanos celebran las acusaciones a Sandu y Dragomir y recuerdan el rosario de escándalos que el fútbol rumano ha vivido bajo su gobierno.
El último se produjo en septiembre, cuando el ya exjefe de los árbitros, Vasile Avram, designado por la FRF, fue arrestado bajo la acusación de recibir sobornos por designar colegiados favorables a un equipo de la primera división rumana.
En el curso de esta investigación se interceptaron conversaciones comprometedoras en las que el accionista del Dinamo de Bucarest, Cristian Borcea, hablaba con Avram del tratamiento de los árbitros a su equipo y Avram le pedía paciencia y que le diera "lo que pueda".
Se trata del tercer jefe de los árbitros que es encarcelado bajo los mandatos de Sandu y Dragomir.
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