Agapito, punto final a una alocada carrera al frente del Zaragoza

  • La salida de Agapito Iglesias del Real Zaragoza SAD como accionista mayoritario, tras el anuncio de la venta de sus acciones al grupo de empresarios que encabeza Mariano Casasnovas, pone punto y final a una alocada carrera que comenzó el 26 de mayo de 2006.

José Luis Sorolla

Zaragoza, 5 jun.- La salida de Agapito Iglesias del Real Zaragoza SAD como accionista mayoritario, tras el anuncio de la venta de sus acciones al grupo de empresarios que encabeza Mariano Casasnovas, pone punto y final a una alocada carrera que comenzó el 26 de mayo de 2006.

Agapito Iglesias, junto al también empresario Emilio Garcés, quien se marchó a los pocos días, aterrizó en el club tras comprar a Alfonso Solans Solans la totalidad de las acciones que poseía heredadas de su padre, quien se hizo con la propiedad a raíz de la conversión de los clubes españoles en Sociedades Anónimas Deportivas.

En las ocho temporadas del "agapitismo", la camiseta del histórico club, fundado en 1932, la han vestido 129 jugadores, de los que casi un centenar han llegado a través de una cesión o de fichaje.

Pero no solo en la confección de las plantillas ha sufrido los vaivenes deportivos y económicos del club, ya que su banquillo lo han ocupado diez técnicos, de los que solo el aragonés Víctor Fernández, durante el primer año y medio, y el sevillano Manolo Jiménez, en un periodo similar, han completado una temporada.

Víctor Fernández lo dirigió durante la primera temporada, que supuso su regreso al club en el que comenzó su carrera, mientras que Jiménez, que había logrado una permanencia casi milagrosa un año antes, consumó el segundo descenso de la era Agapito, al no poder el club afrontar económicamente su salida.

También los despachos han vivido ajetreados, ya que se han sucedido, a pesar de que Agapito Iglesias era el propietario, cuatro presidentes, el exconsejero de Economía de Aragón, Eduardo Bandrés, durante cuatro temporadas y media, el propio empresario soriano, un efímero Salvador Arenere, con solo diez días en el cargo, y Fernando Molinos, que se comprometió por un año, hasta el 30 de junio de 2013, pero a día de hoy sigue ostentando el cargo.

Los deseos del empresario de construir un equipo que peleara por clasificarse para la Champions y al que quería ver ganando la Liga, tuvo un esperanzador arranque con una primera temporada en la que, con la dirección de Víctor Fernández en el banquillo, se clasificó en sexta posición que le permitió disputar la Copa de la UEFA.

A partir de ahí, se inició un declive que derivó en el descenso a Segunda División en la temporada 2007-2008, un año después de convertirse en el máximo accionista y haber conformado, con la incorporación de ocho jugadores, la plantilla más cara de la historia zaragocista.

La brújula en la entidad dio muestras desde entonces de que empezaba a marcar rumbos erróneos, y la llegada de Marcelino García Toral fue un claro ejemplo, ya que su fichaje para dirigir al equipo en Segunda División le convirtió en el segundo entrenador mejor pagado del fútbol español.

En este periodo se fichó al internacional argentino Fabián Ayala, que había llegado poco antes al Villarreal libre, por unos seis millones de euros.

Los despropósitos se sucedían sin solución de continuidad y con la vuelta a Primera División llegaron hasta quince jugadores nuevos, casi tantos como los dieciocho que tiene en estos momentos en la primera plantilla, de los que ocho lo hicieron al comienzo de la competición y siete en el mercado invernal.

En la temporada 2011-2012, se produjeron hasta diecisiete incorporaciones entre los dos mercados y al año siguiente se estableció el récord, con diecinueve, entre los que no se incluyen los jugadores procedentes del filial que, en la actual campaña que finaliza el domingo, han sido ocho.

Esa locura de contrataciones terminó en junio de 2011, con la solicitud para acogerse a un concurso voluntario de acreedores (la antigua suspensión de pagos), del que salió un año más tarde, pero con una deuda pendiente por encima de los 100 millones de euros y una propuesta anticipada de convenio, ahora en suspenso hasta el 2016 por su descenso de categoría, que deberán hacer frente los nuevos gestores.

Mariano Casasnovas y el grupo de empresarios tienen previsto explicar públicamente mañana, en una comparecencia ante los medios de comunicación, los detalles de la operación del compra del club y su plan de gestión futura, que, según medios locales, podría derivar en una nueva venta a un fondo de inversión extranjero.

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