Los locales inauguraron el marcador a los 52 minutos a través de su delantero Ariel Núñez. El empate colombiano vino a través de Luis Páez a los 86 minutos en partido jugado en el estadio Defensores del Chaco, en Asunción, ante unos 25.000 espectadores.
A los 18 minutos, el arquero colombiano Kevin Piedrahita contuvo un penal rematado por el uruguayo Juan Manuel Salgueiro, volante ofensivo del Olimpia de Paraguay.
Kevin Piedrahita contuvo el disparo desde los doce pasos al lanzarse hacia su poste derecho. El charrúa, ídolo de Olimpia, no había mirado el arco para rematar.
El penal fue cobrado sin contemplaciones por el árbitro peruano Diego Haro por una falta del defensa Fabio Rodríguez ante la entrada punzante por la derecha del mediocampista Eduardo Aranda.
Salgueiro no tuvo fortuna ni en el rebote dado por Piedrahita. Volvió a rematar y su disparo se fue afuera.
Con la cruz de su revés, Salgueiro solo atinó algunas jugadas ofensivas, como la previa del gol de Núñez, pero finalmente fue cambiado.
La falla del penal agrandó a la escuadra colombiana que se soltó más seguro para pescar el contragolpe, ante un opaco y confuso Olimpia, ahogado en imprecisiones e impotencia.
Los paraguayos sin embargo buscaron hacer daño al visitante con incursiones que resultaron infructuosas en el segundo tiempo.
A los 63, Núñez remató a quemarropa, a dos metros del arco defendido por Piedrahita. El guardameta tapó espectacularmente su disparo.
En un contrataque, el colombiano Palomino tuvo la oportunidad de su vida pero giró 180 grados y su disparo salió afuera.
El técnico de los colombianos, el argentino Oscar Quintabani, mantuvo en el campo de juego al veterano volante Vladimir Marín, encargado de los disparos de pelota parada y del liderazgo en los contragolpes.
La posibilidad que desperdició Palomino fue una jugada previa de Marín, conocido de los paraguayos ya que militó en Libertad y en Olimpia.
El origen del sorpresivo tanto del empate del delantero Luis Páez se originó en un tiro libre de Marín desde la izquierda.
Una displicente defensa de Olimpia, que solo esperaba el final del partido, se descuidó cuando apareció Páez como una exhalación para vulnerar, de un cañonazo, la valla defendida por el paraguayo Diego Barreto.
El arquero guaraní había tenido hasta ese momento un partido relajado, con muy escasas situaciones de peligro en su área.
El tanto se produjo cuando parecía que Olimpia aumentaría el marcador. El shock fue absoluto. Acalló a la numerosa hinchada que se hizo presente en el estadio Defensores del Chaco.
El partido de vuelta se jugará en Colombia el 15 de setiembre.
hro/ma
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