Lucía Santiago
Madrid, 27 jun.- La regatista Marina Alabau, la nadadora paralímpica Teresa Perales y las palistas Maialen Chourraut y Teresa Portela, todas ellas madres y deportistas, compaginan el esfuerzo de cada entrenamiento con la educación de sus hijos sin desviar la atención de su próximo gran reto: los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Protagonistas en los pasados Juegos de Londres por haber alcanzado grandes logros en sus respectivas disciplinas, Marina Alabau (campeona en la clase RS:X), Maialen Chourraut (bronce en eslalon sobre aguas bravas) y Teresa Portela (cuarta en la final de K1-200 metros) estrenarán maternidad en la ciudad brasileña.
No así Teresa Perales, que en Río de Janeiro aspira a incrementar un palmarés que ya reúne 22 medallas paralímpicas, seis récords del mundo, 14 medallas en Mundiales y 22 en Europeos.
"Me gustaría volver a vivir un momento como el de Londres -donde cosechó seis metales-. Nano tendrá ya seis años y con esa edad se acordará cuando sea mayor", comentó a EFE la nadadora.
En una carrera de sacrificios y obstáculos, Perales se congratula de poder trasladar a su hijo "lo que significa el esfuerzo de cada día", aunque el deporte de alto nivel le haya separado en algunos momentos de él. "A la concentración del equipo en Sierra Nevada (Granada) me llevé grabadas risas de mi hijo en el móvil", explicó.
Inseparable de su bebé, con la que comparte ya su pasión por el mar y por el viento, entrena Marina Alabau, que este año decidió afrontar la temporada de manera diferente. Con el Mundial de Santander de septiembre en el horizonte, la sevillana renunció a un calendario repleto de regatas para concentrar sus esfuerzos en recuperar la forma y en sentirse nuevamente competitiva.
Con la colaboración de Marta, quien 'ayuda' a su madre a enrollar las velas tras los entrenamientos pese a contar con escasos meses de edad, Alabau acelera su puesta a punto obligada por el peso del oro olímpico. Un metal que todavía no luce en el palmarés de Teresa Portela, poseedora de cuatro preseas continentales (2006, 2008, 2011 y 2013) y cuatro mundialistas (tres en 2005 y una en 2009).
Campeona de Europa (Racice, 2006) y del Mundo (Zagreb, 2005), la deportista de Cangas del Morrazo (Pontevedra) confía en acudir a los que serían sus quintos Juegos Olímpicos, cuando se cumplen tres meses de su maternidad. "Mi ilusión es conseguir la plaza y que Naira pueda venir a verme. Sería muy bonito", comentó Portela a EFE.
Pese al paréntesis obligado por el embarazo, la palista remarcó que "éste era el momento de ser madre". "Siempre estuvo en mi mente, pero antes sentía que tenía que hacer otras cosas", abundó.
Si durante los últimos meses de embarazo Teresa Portela echó de menos "entrenar a un alto nivel", su regreso a los entrenamientos está marcado por la dificultad de desprenderse de su bebé.
"Tener que marcharme a Pontevedra para entrenar y pasar esas horas sin ella me cuesta. Además, estos primeros meses estoy un poco agotada. Acabo cansada de entrenar y al llegar a casa no puedo dormir la siesta. Pero lo hago encantada. Estar con ella es la mejor sensación", reveló.
Poder compartir con Naira sus quintos Juegos Olímpicos supone una nueva motivación para Portela, que en Londres sumó su cuarto diploma olímpico tras quedarse a dos décimas del tercer peldaño del podio.
"El año que viene quiero estar al nivel que me encontraba antes del embarazo, para poder hacerlo bien en el Europeo y en el Campeonato del Mundo", apuntó.
La cita mundialista, donde se repartirán las plazas para los Juegos, es ahora el gran reto de la palista gallega, quien acumula numerosas horas de entrenamiento "para poder estar en Río". Un objetivo compartido por la también piragüista Maialen Chourraut.
Aunque su regreso al Centro Acuático Lee Valley White de Londres, donde cosechó su única medalla olímpica, estuvo marcado por la decepción de no haber podido clasificarse para la final de la Copa del Mundo, la palista vasca ha podido celebrar un subcampeonato europeo como integrante del K1 por equipos.
Roto el hielo de la competición tras el nacimiento de Ane, que a mediados de junio cumplió un año, Chourraut ultima su puesta a punto para volver a brillar en las pruebas individuales y compartir, al igual que Perales, Alabau y Portela, sus triunfos sobre el agua con quienes mueven sus vidas fuera de ella: sus hijos. EFE
lsl/nam
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