Alfombra roja para Bolt, retos para Isinbáyeva y Bekele

  • Daegu (Corea del Sur).- La rusa Yelena Isinbáyeva y el etíope Kenenisa Bekele se enfrentan al reto de recuperar su posición hegemónica en unos campeonatos del mundo cuyos prolegómenos se empeñan en desbrozar el camino hacia nuevas victorias del jamaicano Usain Bolt.

Alfombra roja para Bolt, retos para Isinbáyeva y Bekele
Alfombra roja para Bolt, retos para Isinbáyeva y Bekele

Daegu (Corea del Sur).- La rusa Yelena Isinbáyeva y el etíope Kenenisa Bekele se enfrentan al reto de recuperar su posición hegemónica en unos campeonatos del mundo cuyos prolegómenos se empeñan en desbrozar el camino hacia nuevas victorias del jamaicano Usain Bolt.

Cuando el rey de la velocidad mundial, triple campeón olímpico y mundial, parecía más accesible a sus adversarios, después de casi ocho meses sin competir por una lesión de espalda, de pronto sus principales enemigos se han borrado de la lista.

La baja más antigua corresponde al estadounidense Tyson Gay, que renunció hace dos meses por lesión. La más reciente, de Asafa Powell, el número dos jamaicano de los 100 metros, que aspiraba a plantar cara al plusmarquista mundial aprovechando la aparente dificultad de Bolt para recuperar el ritmo de carrera.

También se dio de baja. Sólo dos días antes de entrar en acción -las series de 100 metros se disputan el primer día-, Powell, de carácter escasamente aguerrido, ha dicho que la recuperación de su lesión de abductores le alcanza sólo para disputar el relevo 4x100, no para afrontar el resonante duelo con Usain Bolt.

Entre medias, problemas con el reglamento antidopaje han dejado fuera de los Mundiales a otros dos velocistas candidatos a medalla: el jamaicano Steve Mullings y el estadounidense Mike Rodgers. ¿Qué le queda a Bolt? El trinitense Richard Thompson (9.85), el estadounidense Walter Dix (9.94), sus propios compañeros de equipo Yohan Blake (9.95) y Michael Frater (9.88), que sustituye a Powell, y un rubicundo francés, Christophe Lemaitre, que sueña con plantar cara, algún día, a los grandes pesos de raza negra.

Las circunstancias han querido tender una alfombra roja para el lucimiento de Bolt, que en Daegu, según repite una y otra vez, sólo quiere la victoria. Por partida doble, es cierto, pues se da por descontada la de 200, pero sin récords.

Isinbayeva y Bekele se enfrentan a situaciones parecidas. Ambos han estado más de un año sin competir. La rusa, por voluntad propia tras su fiasco en los Mundiales de Berlín (tres nulos en la final). El etíope, por una concatenación de lesiones.

La plusmarquista mundial de pértiga (27 récords) se tomó un año sabático para ordenar sus pensamientos y regresó con su entrenador de siempre, Yevgeny Trofimov, pero en ese lapso sus rivales se le han venido encima. Isinbáyeva competirá desde una modesta tercera posición del ránking mundial. La estadounidense Jennifer Suhr se acerca a los cinco metros (4,92) y la alemana Martina Strutz ya va por los 4,78, dos centímetros por delante de la rusa, este año.

A Bekele le ocurre algo parecido. En su ausencia, el británico Mo Farah, nacido en Mogadiscio, ha batido de largo sus marcas en 5.000 y 10.000 metros para encaramarse al primer puesto de ambas listas con 12:53.11 y 26:46.57. Todavía a 17 y 30 segundos, respectivamente, de los récords mundiales del etíope pero ya sin los complejos de antaño frente a un atleta que no ha perdido ni una sola de las doce carreras de 10.000 que ha disputado en su vida.

Los dos han decidido inscribirse en las dos carreras de fondo en pista y los aficionados agradecerían que ninguno se borrara para asistir a dos emocionantes combates.

Un reto todavía más difícil espera a Caster Semenya en 800 metros. La joven sudafricana sorprendió al mundo en Berlín 2009 con una victoria en 1:55.45 y desde entonces ha tenido que someterse a un proceso de verificación de sexo que ha concluido con su rehabilitación, pero está lejos de recuperar su antiguo esplendor.

El nuevo reglamento de la IAAF para atletas con hiperandrogenismo, en vigor desde mayo pasado, persigue que las afectadas por ese desarreglo hormonal no obtengan ventajas a la hora de competir.

Los Mundiales de Daegu registrarán también un paso más en la lucha contra el dopaje. Por primera vez todos los atletas participantes (cerca de 2.000) pasarán controles de sangre, además de los que les correspondan por el programa habitual.

José Antonio Diego

Mostrar comentarios