El secretismo de Ancelotti y el debate previo en la portería del Real Madrid terminó con Casillas restituido, titular ante el Córdoba en el estreno blanco en la Liga BBVA. La medida zanja un verano de ruido y una polémica que empezó en la navidad de 2012 bajo el mandato de José Mourinho y cuyas réplicas han llegado hasta hoy. Quizás por primera vez desde que el portugués le retiró de la alineación ante el Málaga, Casillas está en condición de sentirse el portero titular del Real Madrid, un puesto que ocupó ininterrumpidamente entre 2000 y 2012, hasta que Mourinho resolvió sentarle en beneficio de Antonio Adán.
La debacle de temporada que precipitó la salida de Mourinho y la eventual llegada de Ancelotti no terminó con el lio. El italiano, en una decisión extravagante casi sin precedentes en la historia del fútbol, optó por conceder la titularidad en Liga a Diego López y promocionar a Casillas en la Copa del Rey y la Champions League. A tenor de los resultados, la fórmula funcionó. El Madrid levantó los dos torneos de eliminatorias y en el campeonato doméstico su desfallecimiento ante Atlético y Barcelona en ningún caso puede apuntarse a López.
Este verano, la salida de Diego López terminó de aclarar la mente de Ancelotti, que, al menos de primeras, tiene en Casillas a su portero de cabecera. Si el arquero de Móstoles está a la altura de su propia historia, será difícil imaginar un escenario de voces discordantes internas, algo que Casillas ha tenido que sufrir, con mayor o menor motivación deportiva, desde que comenzó una campaña de desprestigio voraz de su figura. Es plausible imaginar que Keylor Navas, una de las sensaciones del pasado Mundial de Brasil, será el guardameta de la Copa del Rey, una práctica habitual en los equipos grandes.
Aunque no ha sido el mejor verano de Casillas, con una actuación bastante calamitosa con España y una pretemporada errática con el Madrid, la medida pretende conceder normalidad a la portería del Madrid. Pese a que funcionó, la inusual medida de Ancelotti evidenció sus disfuncionalidades en el último tramo de la temporada, cuando el Madrid materializó su clasificación para la final de la Champions y Ancelotti tuvo que poner en la portería a Casillas en Liga para evitar un barbecho demasiado prolongado entre las semifinales y la final de la Copa de Europa. Pese a jugar ante Valladolid y Espanyol en los estertores del pasado curso, Casillas por fin es el dueño legítimo de la portería del Madrid, algo que no ocurría desde hace más de veinte meses. Ahora le medirán sus actuaciones y no la propaganda, ni a favor, ni en contra.
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