Andrus fue decisivo para el triunfo real y García se quedó con el moral

  • El gran duelo protagonizado por los Vigilantes de Texas y los Cardenales de San Luis en el segundo partido de la Serie Mundial tuvo protagonismo latinoamericano en ambas novenas con el compocorto venezolano Elvis Andrus y el abridor mexicano Jaime García.

San Luis (EEUU), 21 oct.- El gran duelo protagonizado por los Vigilantes de Texas y los Cardenales de San Luis en el segundo partido de la Serie Mundial tuvo protagonismo latinoamericano en ambas novenas con el compocorto venezolano Elvis Andrus y el abridor mexicano Jaime García.

Andrus iba a convertirse en el gran héroe de los Vigilantes al hacerlo todo bien en el diamante del Busch Stadium, de San Luis, donde su equipo remontó en la novena entrada un marcador adverso de una carrera para ganar por 2-1 y empatar a 1-1 la serie que disputan el mejor de siete.

La brillante remontada de los Vigilantes impidió que García se quedase a tan sólo tres "outs" de haber conseguido su primera victoria en una Serie Mundial, 30 años después que otro lanzador mexicano, Fernando Valenzuela, hizo historia como novato al ganar en juego completo a los Yanquis de Nueva York en el tercer partido del Clásico de Otoño de 1981.

A pesar de irse sin decisión, García por la gran pelota que lanzó de alguna manera se quedó con el triunfo moral al haber silenciado por completo a la artillería pesada de los Vigilantes.

Pero el equipo tejano iba a tener a Andrus como el pelotero perfecto en todos los apartados del juego tanto en su defensa, fildeo, bateo oportuno, velocidad y hacer decisiones acertadas.

La primera acción brillante de Andrus llegó en el quinto episodio cuando los Cardenales tenían corredores en primera y en segunda con dos outs y el campocorto dominicano Rafael Furcal dio un fuerte rodado por el medio del cuadro que parecía destinado a ser un sencillo impulsador.

Andrus no lo permitió al poner el guante de forma magistral y sacar el "out2 en segunda con Ian Kinsler de apoyo.

"Nos salvó ahí mismo", admitió el manejador de los Vigilantes, Ron Washington. "Mantuvo las carreras fuera de la pizarra, y ése es exactamente el tipo de jugada de la que es capaz de realizar".

La acción había llegado después de otra jugada similar en el cuarto episodio, cuando inició una impresionante doble-matanza -- también por el medio del cuadro-- con excelente alcance hacia su izquierda y un fino tiro a la segunda con el mismo guante.

Pero faltaba todavía lo mejor y más decisivo su aportación ofensiva y llegó en la novena entrada cuando los Vigilantes estaban abajo en la pizarra 0-1.

Andrus salió a la caja de bateo con Kinsler en la primera base sin "outs" y en la cuenta de una bola y un strike se cuadró para tocar, pero al ver que se iba de robo su compañero, dejó pasar el pitcheo.

Kinsler llegó quieto a segunda, pero el lanzamiento fue cantado strike y Andrus se vio en el hoyo con una bola y dos strikes. El joven pelotero venezolano de 23 años no sintió la presión y espero a recibir un lanzamiento malo del relevista Jason Motte para pegar sencillo y poner corredores en tercera y primera, sin outs.

Pero todavía quedaba seguir hasta la segunda cuando Albert Pujols falló en el fildeo de la pelota que Andrus había enviado al jardín derecho y ahí ya iba a sentenciar el partido porque llegaron luego los elevados profundos de sacrificio de Josh Hamilton y Michael Young para materializar la remontada con las dos carreras anotadas.

El pelotero venezolano al comentar sobre el rendimiento que había tenido en el partido se limitó a decir que era lo que tenía que hacer además de aprovecharse del error de Pujols.

García también lo hizo todo bien desde el montículo en las siete entradas que trabajó, pero no pudo conseguir la victoria en el partido, aunque se quedó con la moral y sobre todo con la confianza del piloto de los Cardenales, el veterano Tony La Russa.

Además reconoció que el béisbol es un deporte de equipo y cada uno tiene que hacer su trabajo por lo que para el tercer partido de la Serie Mundial, que ahora está empatada, todos sus compañeros van a salir con la cabeza más alta que nunca.

Con un control preciso y un cambio de velocidad mortal, el zurdo de 25 años de edad frenó por completo el ataque de los Vigilantes.

García tirando en un frío que se acercó a los 40 grados Fahrenheit, García ponchó a siete rivales al permitir apenas tres imparables y dio una base por bolas.

Una vez más, se vio el García de calidad en el Busch Stadium de San Luis, donde en la temporada regular tuvo efectividad de 2,55 comparada con 4,61 fuera de casa.

"Jaime estuvo sobresaliente", declaró La Russa. "Ha hecho eso para nosotros muchas veces en sus primeros dos años, pero hubo que considerar la situación y las circunstancias. Fue algo grande para nosotros y para él".

García, centro de atención al ser el primer lanzador mexicano en iniciar un partido de Serie Mundial desde que lo hizo el "Toro" Valenzuela, no defraudó a nadie, e hizo honor a la clase de su compatriota, con la única diferencia que al final no se quedó con la victoria real sino que se tuvo que conformar con la moral.

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