San Sebastián.- El capitán de la Real Sociedad Mikel Aranburu confía en la posibilidad de triunfo de su equipo en San Mamés, una victoria que dejaría virtualmente conseguida la permanencia en Primera División.
El centrocampista blanquiazul ha reconocido que no será fácil ganar al conjunto de Joaquín Caparrós porque su rival se ha exhibido esta temporada ante todos los equipos que han pasado por su casa salvo los dos grandes, lo que ilustra la dificultad de puntuar en Bilbao.
Aranburu, tras entrenarse con el resto del equipo, cree también que las circunstancias que envuelven este tipo de partidos "especiales" hacen más difícil las previsiones, lo que difumina la raya entre el equipo que parte como víctima y el favorito.
El jugador de la Real ve también el vestuario "con muchísima moral" tras el triunfo del domingo contra el Sporting, aunque no se permitirá la relajación por la mínima diferencia de puntos que hay entre los conjuntos que se mueven por la zona baja.
Su compañero Diego Ifrán, que vivirá su primer derbi en San Mamés, no cree que el ambiente le vaya a impresionar, acostumbrado como está a ver partidos de gran intensidad en Uruguay.
A juicio del delantero uruguayo su próximo rival, a pesar de la diferencia de puntos, "no es ni más ni menos que la Real".
El ariete sudamericano, duda para este encuentro por una lesión en un costado, ha hablado sobre sus sensaciones del pasado domingo, en su debut como titular, y ha señalado que se sintió "bien físicamente" pero que le pesó "la ansiedad".
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