Stephen Curry, MVP de la temporda regular y junto a LeBron James, mejor jugador de la NBA, dio el susto en el cuarto partido de la final del oeste ante Houston tras sufrir una dura caída que hizo presagiar lo peor. Curry encendió todas las alarmas con un duro golpe en el ecuador del segundo parcial. El MVP se pasó de frenada al intentar taponar a Trevor Ariza, que no saltó, y voló por los aires cayendo sobre la espalda y golpeándose también la cabeza.
El base pudo volver al partido hasta disputar 31 minutos, pero no alcanzó a su espectacular nivel de las últimas semanas (23 puntos, 7 /18 en tiros), clave para que la franquicia de Oakland no pudiera volver a la carga pese al esfuerzo de Klay Thompson (24 puntos) y Draymond Green (21 puntos, 15 rebotes).
"Sentí como si estuviese en el aire durante mucho tiempo. Todavía estoy en shock por la sensación de estar cayendo", dijo el base de Golden State.
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