Así se pasa del Spanish Liverpool que luchaba por todo a un triste equipo de barrio

  • En poco más de un año, el Liverpool ha pasado del todo a la nada: de ser un equipo temible que luchaba por la Premier hasta la última jornada a estar inmerso en la lucha por el descenso a la Championship. Así se pasa de un equipo campeón a otro sin alma.
Roy Hodgson, preocupado en el Liverpool: no es para menos
Roy Hodgson, preocupado en el Liverpool: no es para menos
Óscar Rodríguez

Hace 15 meses, en mayo de 2009, el Liverpool se proclamaba subcampeón de la Premier League después de un apasionante campeonato en el que sólo el Manchester fue mejor que los Reds, que pagaron muy caros sus empates durante una temporada en la que perdieron menos partidos que el campeón y marcaron más goles, luchando hasta el final por el título.

De aquel equipo al que hoy deambula por el fútbol inglés hay un mundo tanto en el juego como en los resultados. Aunque los onces iniciales no distan demasiado el uno del otro, lo cierto es que hay ciertos nombres que desequilibran.

El once tipo de la temporada 2008-2009 lo conformaban Pepe Reina bajo palos; Arbeloa, Carragher, Skrtl y Fabio Aurelio en defensa; Xabi Alonso y Mascherano dominaban el centro del campo con una línea de tres por delante formada por Kuyt, Gerrard y Albert Riera, mientras Fernando Torres era el jugador más ofensivo y Benayoun su recambio cuando estuvo lesionado. Es el prototipo de lo que se llamó el 'Spanish Liverpool' de Rafa Benítez.

La temporada 2009-2010 bajó el rendimiento del equipo. Se habló mucho de los problemas económicos que sacuden al club (una deuda de más de 300 millones de euros) y los institucionales (acaba de cambiar de manos al ser comprados por la impresa inversora NESV). Pero lo cierto es que el mayor cambio se produjo en los fichajes: Rafa Benítez se equivocó.

Aquel verano abandonaron el equipo Xabi Alonso, Arbeloa, Dossena, Leto, Pennant y Voronin entre otros, jugadores importantes por los que los Reds ingresaron casi 50 millones de euros. A cambio, llegaron Aquilani, Glen Johnson, Kyrgiakos y Maxi Rodríguez, que nunca llenaron el hueco dejado por los que se fueron. El Liverpool pagó por los tres primeros 49 millones de euros, mientras el ex atlético llegó gratis. El resultado: se perdió el control del balón y Rafa Benítez dejó de tener un timón de juego que guiara a su equipo.

El once inicial de esa temporada lo compusieron Reina en la portería; Johnson, Carrager, Agger e Insúa en defensa; Mascherano y Lucas Leyva por delante, con Kuyt, Gerrard y Benayoun en la media punta y Torres como jugador más adelantado. Los dos grandes fichajes, Aquilani y Johnson se pasaron el año lesionados y el equipo terminó séptimo y fuera de la Champions. Se notó que el Liverpool ya no era tan 'Spanish'.

La tónica ha seguido esta temporada: la presencia española se reduce a Pepe Reina y Fernando Torres junto a la joven promesa Dani Pacheco. Rafa Benítez tomó camino de Milán para entrenar al Inter y tras él salieron Albert Riera, Benayoun y, sobre todo Mascherano, fichado por el Barça. El gran centro del campo que estuvo a punto de conquistar la primera Premier para el club de Anfield, Xabi Alonso y 'el jefecito', quedaba desmantelado. Roy Hodgson se hacía cargo del equipo y con él llegaron nuevas ideas.

De los 34 millones de euros ingresados por los Reds, el nuevo técnico se ha gastado 30 en jugadores como el portugués Meireles, el ex sevillista Poulsen, el lateral inglés Konchesky o un portero suplente para Reina, Jones. Junto a ellos han llegado hombres como Andy Cole (gratis procedente del Chelsea) o las jóvenes promesas Shelvey y Wilson.

Con estos mimbres no se ha podido hacer peor cesto. Hodgson ha colocado al equipo en puestos de descenso tras las primeras siete jornadas, en las que sólo pudo ganar al recién ascendido West Bromwich Albion. Reina sigue siendo el portero, pero el esquema ha variado hacia un 4-3-3 con Johnson, Carragher, Skrtl y Konchesky en defensa; Meireles, Poulsen y Gerrard en el centro del campo, quedando Cole, Torres y Kuyt en punta. Este equipo ni juega ni gana.

Ha pasado menos de un año y medio y nada se parece en el Liverpool a lo que los aficionados desearían. El futuro se pinta negro en lo económico, en lo social... y ahora también en lo deportivo.

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