Día grande, más bien noche en la ribera del Manzanares. Calles abarrotadas desde horas antes en los aledaños del Vicente Calderón, nada que ver con el descafeinado derbi entre semana que se vivió en la Copa del Rey. Y la parroquia rojiblanco animaba para romper un maleficio que ya dura una década: ganar al Real Madrid.
Duelo también en la grada. Un millar de madridistas contra un estadio entero. Ya hubo piques y cánticos desde el principio. La afición local recibió a los suyos con un espectacular tifo con los colores rojo y blanco y con el lema: "Eres mi vida". Pero lo que no se esperaban, o sí porque ya es algo habitual, es recibir un gol casi nada más empezar.
Sea como fuere, el tanto de Benzema enfrió un poco el ambiente que se fue encrespando con el paso de los minutos por la actuación, muy discutida, de Teixeira Vitienes. Mientras, la hinchada visitante disfrutaba del triunfo en campo contrario. El cruce de cánticos, algunos irónicos y otros simplemente insultantes, se prolongó durante más de noventa minutos.
Por supuesto, porque ya se está convirtiendo en un clásico, no faltó el "Cristiano muérete" cuando el portugués fue sustituido por Di María y al que el luso contestó haciendo un gesto con las manos para que le gritasen más. Ni un "que se vayan" hacia los que dirigen el Atlético de Madrid. Nada nuevo en el Manzanares. Aunque tuvo la réplica en los ultras blancos con un "Cerezo quédate" al final del encuentro.
Y también hubo hueco para la solidaridad con la tragedia de Japón. Al minuto de silencio, muy respetuoso, antes del comienzo del envite, se unió una gran iniciativa del club rojiblancos. En todos y cada uno de los asientos, una cartulina pedía ayuda para el pueblo japones mandando un mensaje al 28077.
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