Avalancha de turistas por Mundial aumenta esperas en las atracciones de Río

  • Río de Janeiro se ha convertido en estos últimos días en la capital mundial del fútbol y, por ende, del turismo, lo que se traduce en esperas interminables en las principales atracciones turísticas de esta ciudad brasileña.

África Albalá Soria

Río de Janeiro, 27 jun.- Río de Janeiro se ha convertido en estos últimos días en la capital mundial del fútbol y, por ende, del turismo, lo que se traduce en esperas interminables en las principales atracciones turísticas de esta ciudad brasileña.

Las visitas al Cristo Redentor que corona el cerro del Corcovado de Río de Janeiro, por ejemplo, se han disparado desde que comenzó el Mundial de fútbol Brasil 2014 el pasado 12 de junio, según datos divulgados por el secretario municipal de Turismo, Pedro de Mello.

En las dos primeras semanas del Mundial 130.000 personas, entre brasileños y extranjeros, visitaron el Cristo.

Miles de personas suben diariamente al cerro del Corcovado donde se encuentra la colosal escultura para disfrutar de las vistas que el emplazamiento ofrece.

Esta afluencia masiva de visitantes a uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad supone filas de entre tres y cuatro horas en la playa de Copacabana, punto principal para tomar las furgonetas que suben al Cristo, según la empresa encargada del transporte.

"Normalmente, hay furgonetas que salen hacia el cerro cada 15 minutos. Con el Mundial, acude mucha más gente y, pese a que las frecuencias fueron aumentadas, las esperas han subido enormemente", afirma Piero, uno de los encargados de sellar los billetes de los turistas en la mítica playa carioca.

Una vez en la cima del Corcovado, después de unos cuarenta minutos de subida y 51 reales (23,18 dólares) de entrada por persona, la visita puede prolongarse hasta las siete de la tarde, pero tampoco la bajada escapa a las colas.

"El tiempo que hay que aguardar para descender y regresar a Copacabana es incluso mayor que para subir", asegura el trabajador.

"Desde que abren las taquillas y comienza el servicio a las ocho de la mañana, la gente empieza a concentrarse y se forman filas en Copacabana, que no desaparecen hasta el cierre a las cuatro de la tarde", añade.

Sin embargo, el Cristo Redentor no es la única atracción turística de Río que ha aumentado sus visitas y sus esperas, también el cerro del Pan de Azúcar ha multiplicado su afluencia en los pasados 15 días y ha pasado de los 3.000 turistas habituales hasta los 8.000.

Néfer, una colombiana recién llegada a Río, explica que la espera de dos horas que ha soportado para subir al Corcovado "merece la pena, ya que las vistas son incomparables", pero teme tener que afrontar una demora similar en el resto de sus visitas turísticas.

Asimismo, con lo que no está tan satisfecha es con la cantidad ingente de viandantes que frecuentan Copacabana, donde ya sufrió el robo de su teléfono móvil en el FIFA Fan Fest apenas un día después de haber aterrizado en la ciudad.

En las últimas dos semanas, este enclave de la localidad se ha convertido en uno de sus principales reclamos, gracias al complejo montado por la FIFA en la arena para la retransmisión de los partidos en un par de pantallas gigantes.

En el primer día sin partidos desde que comenzó el Mundial, algunos de los aficionados incondicionales del fútbol se han animado a alterar su rutina en el Fan Fest por una actividad algo más cultural.

"Después de asistir sistemáticamente a los partidos en la playa, hoy hemos decidido cambiar y visitar el Cristo, que es una excursión obligada", señala Sean, un hincha estadounidense que permanecerá en Río hasta el final de la competición. "Hay tiempo para todo", recalca.

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