Bale es lo más destacado en la derrota del Real Madrid contra el Manchester United

El Real Madrid se despide de Estados Unidos con una derrota ante el Manchester United. Su balance en la Champions del verano, llamada así para por el cartel de equipos que la disputan, es de un empate ante el Inter y dos derrotas, contra la Roma y el Manchester. No deja de ser una competición de pretemporada pese a los resultados negativos en el que el principal fin es coger el ritmo de los partidos y carga de trabajo en los primeros entrenamientos tras las vacaciones. En ninguno de los tres encuentros la imagen ha sido mala y el equipo de Ancelotti se puede ir con los deberes cumplidos en este inicio de pretemporada. Han faltado jugadores importantes (Cristiano Ronaldo solo ha jugado más de diez minutos contra el Manchester United y las bajas de Benzema, Di María, Khedira y los fichajes de James y Kroos) le ha restado potencial en ataque.

El déficit ha estado en la definición. Solo Bale ha sido capaz de ver portería en los dos únicos tantos que ha logrado el equipo madridista. Uno de ellos fue un golazo ante la Roma. Contra el Manchester United volvió a ser el más destacado. Forzó un penalti en una internada y demostró que es el más fresco y desequilibran de los que hay ahora mismo para competir. Bale tiene muy buena pinta para la próxima temporada. En la segunda parte tiró de su equipo y puso en dificultades a De Gea y la defensa del equipo inglés. Le dio un excelente pase a Isco dentro del área que desperdició el malagueño por entretenerse. Era una oportunidad clara para haber empatado. Este tipo de jugadas le pueden marcar sino es capaz de definir. Ancelotti le quiere como un delantero más y tiene que ser más efectivo. El galés luego estrelló un balón al poste en un lanzamiento de falta. Su movilidad y velocidad niveló el partido a pesar de que el Manchester lo cerraría a diez minutos del final con un cabezazo de Chicharito que puso el 3-1.

Casillas jugó todo el partido y no tuvo una buena actuación. Le espera una temporada dura. En la primera parte fue víctima de la facilidad con la que llegó el equipo de Van Gaal, superior físicamente y tácticamente, y que creó demasiadas ocasiones con una buen circulación del balón. Iker no fue decisivo, pero también está en pretemporada. Sería una temeridad decir que está acabado, pese a que siga abierto el debate de su anunciada titularidad en la Supercopa de Europa y la elección del club de dar salida a Diego López. Iker Casillas, como el resto de sus compañeros, estuvo despistado en los tres goles. El Real Madrid defendió mal. Sin intensidad, con poca tensión y con la mentalidad de que no había nada en juego. La primera parte ante el Manchester fue muy inferior, pero en la segunda mereció el empate. Quedan doce días para la Supercopa contra el Sevilla y hay trabajo por hacer.