Ballesteros, la leyenda del Levante se despide empañada por el "caso Barkero"

Valencia, 14 jun.- Sergio Ballesteros, buque insignia del mejor Levante de su historia y última leyenda del club valenciano, no seguirá la próxima campaña una vez el club le ha comunicado que no cuenta con él, por lo que cierra una etapa brillante en la entidad, empañada en sus últimos meses por el "caso Barkero".

La decisión del club supone el adiós del gran "hijo pródigo" del club valenciano, ya que el jugador de Burjassot inició su carrera y la concluyó vestido con los colores azulgranas del levante.

Ballesteros fue uno de los cuatro jugadores a los que su compañero José Javier Barkero acusó de tener un comportamiento poco profesional en el partido de la jornada 31 de la Liga contra el Deportivo de la Coruña, y aunque luego se desdijo públicamente y les pidió disculpas, esa 'sombra' no ha desaparecido completamente.

La polémica se multiplicó al asegurar el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, que ese encuentro estaba "bajo sospecha" desde antes de jugarse y Ballesteros decidió comparecer ante los medios de comunicación para mandar un mensaje clarificador: "El capitán del Levante no se vende".

Sin embargo, desde el encuentro ante el Deportivo, Ballesteros no ha vuelto a jugar un solo minuto y que pese a que se había asegurado la renovación automática para la próxima campaña al haber disputado un determinado número de encuentros, el club ha decidido que no esté la próxima temporada en la plantilla.

Cuando Francisco Catalán, presidente del club, y Manolo Salvador, director deportivo, se reunieron con él para comunicarle la decisión, le ofrecieron su incorporación a la secretaría técnica, una oferta a la que contestará en los próximos días.

Siga o no en el club como técnico, la decisión de prescindir de sus servicios pone fin a la doble etapa de Ballesteros como jugador en el club en el que se formó desde niño, con el que debutó y del que, después de dos temporadas en Segunda División B, saltó con 20 años al Tenerife de Jupp Heynckes en enero de 1996.

Doce años después, en el verano de 2008 y ya con 32 años, Ballesteros regresó a la entidad valenciana con un trabajado bagaje que incluyó también estancias en el Rayo Vallecano, Villarreal y Mallorca. Inmediatamente se convirtió en su gran referente del levantinismo.

Indiscutible en las cuatro primeras campañas de esta segunda etapa, sólo se perdió por decisión técnica tres de los 159 choques ligueros que pudo disputar y fue titular en el resto como eje en torno al cual giraba el rocoso sistema defensivo del equipo tanto con Luis García como con Juan Ignacio Martínez como técnicos.

Se convirtió así en pieza clave y héroe del ascenso de 2010, de la permanencia en Primera en 2011 y de la clasificación para la Liga Europa de 2012, la primera en la historia de la entidad.

En estos cinco últimos años ha dejado imágenes con las que afianzó su leyenda entre los aficionados, como el esprint que le 'ganó' a Cristiano Ronaldo en la victoria ante el Real Madrid en la campaña 2011-12 o el gesto de agarrarse los genitales con el que celebró la permanencia en la 2010-11 en un partido en Mestalla contra el Valencia.

Esa fuerza física y esa elocuencia le han situado también en el centro de otras polémicas como una discusión subida de tono con el técnico del Real Madrid José Mourinho o una supuesta agresión al defensa madridista Pepe, que Ballesteros desmintió.

"En mi vida he agredido a nadie y menos a Pepe y menos ayer. Lo que digo después de veinte años de profesión, va a misa", concluyó.

El 'eterno capitán', como le definía una enorme pancarta que se mostró con su rostro en el estadio Ciutat de València, colgará la camiseta azulgrana tras 230 partidos oficiales y como el jugador de toda la historia que más minutos la ha llevado en Primera División, un total de 8.743, sólo empañados por una difusa sombra en los últimos noventa minutos.