Barcelona 1-2 Real Madrid: los azulgranas acusaron la 'ausencia' de Messi en la final de Copa

Lo de Messi cada vez es más preocupante. Desde el mes de marzo de 2013 cuando se lesionó ante el PSG, no ha vuelto a ser el mismo. El Barcelona ha quedado fuera de dos competiciones en una semana y se ha dejado media Liga por el camino. Los dedos acusadores vuelven a apuntar a Messi.

Los que aún no se habían atrevido a atacarle en las últimas semanas, aducían que ante el Madrid siempre aparece. Que en los 'Clásicos' demustra que es el mejor del mundo. Que en Valladolid o Granada se desconecta y descansa sobre el campo. La realidad es que ante el Athletic de Bilbao volverá a estar descansado, por lo visto en Mestalla.

Estuvo desconectado en ataque e indolente en defensa. Apenas corrió una vez para presionar la salida del balón de Pepe, aunque sin fe. Apenas se apareció en dos ocasiones en los primeros 45 minutos, un balón que controló dentro del área pero que le sacó la defensa y un disparo desde la frontal que se marchó a la izquierda de Casillas.

El problema de Messi es la falta de intensidad, el argentino no lucha por los balones. De hecho, el tiro mencionado lo realizó sin moverse, el balón fue hacia él, no él hacia el balón. Messi es (o era) el alma del Barça y si no se mueve, el equipo no carbura. El Madrid dejaba huecos en los laterales, pero Messi se situaba en el centro para evitar tener que correr a la espalda de Carvajal y Coentrao.

En la segunda mitad apenas se 'conectó' unos minutos al partido. Tras el gol de Bartra, el nerviosimo del Real Madrid hizo que el Barcelona arrinconara a los blancos en su área durante unos minutos. Minutos que antes serían mortales con Messi en el campo, pero que ahora son una incógnita. Lo malo para el Barcelona es que esa duda siempre termina tornándose en contra en las últimas semanas y en la final de Copa, Bale le quitó el título a los azulgranas con una carrera primorosa.