Beitia y Meliz volaron bajo en sus finales

  • Ruth Beitia se despidió con un sexto puesto y una marca de 1,95 de los campeonatos del mundo en pista cubierta, la competición que le ha dado sus mayores éxitos y en la que participaba por séptima y última vez.

José Antonio Diego

Estambul, 10 mar.- Ruth Beitia se despidió con un sexto puesto y una marca de 1,95 de los campeonatos del mundo en pista cubierta, la competición que le ha dado sus mayores éxitos y en la que participaba por séptima y última vez.

Con la excepción del relevo 4x400, que por primera vez en la historia se metió en la final, fue una jornada decepcionante para España, que ponía en juego a cuatro finalistas y terminó con el único consuelo del "diploma" de Ruth Beitia, porque Luis Felipe Méliz acabó último en longitud con un solo salto válido; Javier Abad fue octavo en 1.500 e Isabel Macías novena en la misma distancia.

Un nulo en 1,95 privó a Beitia de su tercera medalla en los campeonatos, ya que cerró con igual registro que la segunda. La plata de hace dos años en Doha y el bronce de Moscú 2006 será, por tanto la cosecha definitiva de Ruth en los Mundiales bajo techo.

Quería estar "cerca de las medallas" para poner "la guinda" a su exitosa carrera en el atletismo de bolsillo antes de empezar a preparar su última campaña al aire libre, en la que pretende regalarse una despedida de lujo en los Juegos Olímpicos de Londres.

Pero el concurso le devolvió a la realidad. Por marca del año (1,93), era la última de las contendientes.

Superó, como en la calificación, a la primera 1,84, 1,88 y 1,92, y como entonces cometió su primer fallo en 1,95, pero esta vez pudo con ella al segundo intento. El nulo la descolgó al sexto puesto, empatada con cuatro más.

Seis atletas quedaba en competición cuando la barra se elevó a 1,98 metros, una altura que Ruth no pudo superar. En realidad, sólo lo hizo la estadounidense Chaunte Lowe (antes Howard), pero la española había cometido más fallos que las demás.

Méliz no supo ajustar la batida en la final de longitud y abandonó la pista con un solo salto válido, el sexto y último, en el que aterrizó a 7,50 metros de la tabla, hundido en el fondo de la lista de ocho, un día después de deslumbrar con un salto de 8,10 en la calificación, el segundo mejor entre los participantes.

Francisco Javier Abad terminó la final de 1.500 en el octavo y penúltimo puesto, incapaz de aguantar el ataque de los favoritos a dos vueltas del final.

El burgalés pensaba que todas las posibilidades estaba abiertas para él, "desde quedar el último a estar cerca de las medallas", y estuvo más cerca de la primera. Como en las series, salió a cola del grupo, en el último puesto que le daba el rango teórico de marcas, pero en la tercera vuelta, en vista del ritmo lento, tomó la cabeza.

Inmediatamente le relevó el marroquí Abdalaati Iguider, y a 400 del final cambió bruscamente el turco Ilham Tanui, que condenó al español al último lugar, aunque terminó endosando el puesto de colista al marroquí Amine Laalou. Venció Iguider con 3:45.21 en tanto que Abad llegó en 3:48.14. Mejoró, por tanto, el último puesto de su paisano Diego Ruiz en Doha 2010.

La zaragozana Isabel Macías, en cambio, no pudo evitar, como pretendía, el último puesto, después de haber seguido el ritmo de las favoritas en el primer kilómetro.

Aspiraba a conseguir plaza de finalista (entre las ocho primeras) y pensaba que si era "lista" podía obtener "un buen puesto" y acaso la mínima olímpica (4:06.00).

La aragonesa salió bien colocada, a la espalda de la favorita, la etíope Genzebe Dibaba, que aceleró en el 400. A tres vueltas del final Macías iba todavía quinta en un grupo estirado, pero a 500 del final se rindió, cayendo al último puesto. Terminó muy descolgada con un tiempo anecdótico de 4:22.40.

El relevo español 4x400, formado por Mark Ujakpor, David Testa, Samuel García y Xavier Carrión, estará mañana, por primera vez en la historia, en la final de unos Mundiales. En la primera serie sólo cedió ante Estados Unidos, y pasaban los dos primeros.

El Comité Técnico de la Federación Española utilizó su estrategia habitual de ordenar el cuarteto de mayor a menor rango de marcas a fin de no acumular una desventaja desmoralizadora en los primeros turnos y estimular, al mismo tiempo, a los teóricamente más flojos.

Abrió carrera el campeón de España, Mark Ujakpor, que entregó segundo a David Testa. El asturiano defendió la posición cuando pasó el testigo a Samuel García, que se aferró al puesto, y Xavier Carrión remató la hazaña sin perder el terreno conquistado con un tiempo de 3:10.51, a tres segundos del cuarteto estadounidense.

Los sevillanos Antonio Reina y Luis Alberto Marco se despidieron eliminados en las semifinales de 800 metros, que otorgaban plaza de finalista sólo a los dos primeros de cada serie.

Reina corrió mal tácticamente. En la penúltima vuelta gastó gran parte de sus energías para avanzar del último al segundo puesto y cedió dos posiciones al final, hasta acabar cuarto con 1:48.36.

Marco, que había sobrevivido a la primera ronda gracias a la repesca, mejoró en semifinales. Intentó controlar la tercera carrera colocándose al frente, pero tuvo que rendirse a la superioridad del checo Jakub Holusa y del máximo favorito, el polaco Adam Kszczot, que se permitieron cruzar la meta casi andando. El sevillano fue tercero con 1:48.12, a 12 centésimas de su mejor marca del año.

Ángel David Rodríguez, capitán del equipo español, se despidió de los campeonatos con un cuarto puesto en la tercera semifinal de 60 metros y una marca de 6.71 que le dejó a 4 centésimas de la final, a la que se accedió con 6.67 en la repesca.

El plusmarquista español de 100 metros -en 60 lisos lo es Venancio José Murcia desde hace once años con 6.58- necesitaba uno de los dos primeros puestos para pasar a la final.

La valenciana Concepción Montaner, que aspiraba a mejorar su marca personal de longitud en pista cubierta (6,78), se quedó fuera de la final con un solo salto válido, de 6,37 metros.

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